Los mercados aprietan pero no ahogan –por el momento–. Los ministros de Finanzas de la zona del euro (Ecofin) acordaron ayer una ampliación del fondo de rescate europeo hasta los 700.000 millones de euros. La medida tuvo un efecto de bálsamo inmediato en los inversores: la Bolsa española retornó a los 8.000 puntos, mientras que la prima de riesgo se mantuvo estable entorno a los 350 puntos básicos
Las autoridades comunitarias se curaron ayer en salud por si las cosas se ponen feas en Italia y España. Durante toda la semana, los inversores azuzaron el diferencial del bono español a diez años con el alemán, llegando a rozar, en alguna ocasión, los 370 puntos básicos. Asimismo, el parqué español cruzaba el umbral de los 8.000 puntos, y acumuló pérdidas durante la semana de alrededor del 5%.
El Ecofin quiso dar respuesta así a los crecientes temores sobre al solvencia de la economía española: 700.000 millones de euros, que ya incluyen los 200.000 millones comprometidos de los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal. La tranquilidad ha vuelto, aunque queda por ver por cuanto tiempo.
"España va a dejar de ser un problema especialmente para los españoles y también para la propia Unión", afirmó ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, antes del inicio del encuentro en Copenhague. En la misma línea de búsqueda de sosiego en los inversores, el líder de la cartera económica del Gobierno español anticipó unos presupuestos “austeros”. “Los más austeros de la democracia”, confirmó horas después el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
Elefantes en la habitación
Con este curioso título, un informe de Barclays daba ayer buena cuenta de los puntos incluídos en la agenda del Eurogrupo y su exhaustivo seguimiento por parte de los mercados: los nuevos Presupuestos Generales aprobados por el Gobierno español y el rearme del cortafuegos europeo. Los expertos de la entidad financiera británica subrayaban la necesidad de ampliar el fondo de rescate europeo en la cifra finalmente acordada: 700.000 millones. Una cantidad destinada principalmente para solventar los problemas, llegado el caso, de Italia y España.
Y en austeridad, los presupuestos parecen no haber defraudado. El ajuste incluye un tijeretazo de 27.000 millones de euros gracias, principalmente, a una reducción del gasto en los ministerios del 16,9 % y la subida del impuesto de sociedades para grandes empresas.
Tercer rescate a Grecia
Pero la crisis soberana parece no tener fin. Dudas sobre la solvencia española e italiana. Preocupaciones crecientes en otros países como Holanda. Castigo en las primas de riesgo portuguesa, en niveles cercanos a los 1.000 puntos básicos. Estos son algunos de los flecos que presenta aún esta crisis inacabable.
Pero lo más alarmante, de nuevo, fue Grecia. El primer ministro heleno, Lucas Papademos, admitió ayer la posibilidad de un tercer rescate. La puerta dejada entreabierta por el Ejecutivo griego disparó inmediatamente la prima de riesgo griega 45 puntos básicos hasta situarla en los 1.929 puntos.