Economía

La presión fiscal a las grandes empresas sube por primera vez en una década

Las multinacionales españolas pagarán más impuestos por primera vez en una década. La reforma de Sociedades aprobada por Rajoy supone aumentar el tipo efectivo que pagan hasta el 22,9%, el equivalente al tipo que pagaban en 2006. Los inspectores de Hacienda aseguran que es un “paso positivo” que pone “freno a la sangría recaudatoria entre las grandes empresas”.

Pese a ello, las mayores compañías de España todavía tributarán a la mitad de lo que tributan las mayores nóminas del país.


  • Las grandes multinacionales pagarán impuestos a un tipo del 22,9%

Las multinacionales españolas pagarán más impuestos por primera vez en una década. La reforma del impuesto de Sociedades aprobada por el Gobierno Rajoy supone aumentar el tipo efectivo que pagan las grandes empresas hasta el 22,9%, aproximadamente el mismo tipo que pagaban en el año 2006.

Según los cálculos del ministerio de Hacienda, la Agencia Tributaria recaudará 5.350 millones de euros más en impuestos este año, tal como adelantó Vozpópuli el pasado martes.

La principal novedad la representa la creación de un nuevo tributo temporal que abonarán las multinacionales que ganen más de 20 millones de euros al año mediante un sistema de pagos fraccionado. Tendrán que pagar un 8% de sus ganancias  para los beneficios domésticos y del 4% para los que vengan del extranjero. La medida es tan urgente que la primera entrega tendrán que abonarla antes del 20 de abril y supone una recaudación adicional de 2.500 millones de euros.

Con las nuevas figuras tributarias y los recortes de deducciones, el Ejecutivo liquida la mitad de lo que hasta ahora podían ahorrarse las empresas con la letra pequeña de la Ley Tributaria y que en el último ejercicio contabilizado (2009) les supuso un ahorro de 10.105 millones de euros. 

Las tres áreas de reforma del Gobierno

El impacto económico de las reformas se recoge en tres capítulos: amortizaciones, deducciones e internacionalización de las empresas.

 

  1. Se termina con la llamada “libertad de amortización”. Hasta ahora, con cada compra por parte de las grandes empresas, las tablas tributarias les permitían deducir por amortizaciones cuantías máximas o mínimas en función de su conveniencia. A partir de ahora, se fija una amortización lineal que obliga a las compañías a amortizar la misma cantidad cada ejercicio. Hacienda sostiene que el efecto en el largo plazo es “neutro” ya que, a la postre,  se pagan los mismos impuestos. Sin embargo, a corto plazo eso permitirá ingresar 840 millones no previstos para este ejercicio.
  2. En segundo lugar, se recortan deducciones fiscales desde el 35% al 25%. Hacienda deja de bonificar la inversión en I+D+i que permitía deducciones de hasta el 60% de lo invertido y que ahora quedará en el 50%. El ministerio asegura que esos recortes sólo durarán mientras se mantenga el ajuste, es decir, hasta 2013. El gran mordisco en las deducciones ha sido para la deducción por los llamados gastos financieros. Hasta ahora, todas las multinacionales podían desgravarse por sus gastos financieros. A partir de ahora sólo podrán deducir el primer millón de euros o hasta el 30% de sus beneficios antes de impuestos si no alcanzan esa cifra. El ejecutivo recaudará 1.050 millones extras con esa medida.
  3. En tercer lugar, la gran batalla se ha librado en el área internacional y el Ejecutivo parece haber cedido a algunas de las presiones empresariales. El Gobierno pretendía eliminar las deducciones por “internacionalización”. Finalmente, no las ha eliminado pero sí ha establecido un gravamen sobre los dividendos que reciben por sus inversiones en compañías extranjeras. En total, Hacienda espera recaudar 750 millones más por ese concepto. 


Todavía pagarán la mitad en impuestos que los asalariados

Las grandes empresas pagarán todavía la mitad de impuestos que las grandes nóminas. Su presión fiscal queda en el 22,9% frente al 45% al que tributan las nóminas de más de 150.000 euros en España, las que reciben mayor gravamen tributario.

Los inspectores de Hacienda aseguran que se pone "freno a la sangría recaudatoria que había entre las grandes empresas"

Sin embargo, el Sindicato de Inspectores del Ministerio de Hacienda (GESTHA) considera que la decisión es “un paso positivo” que –según su Secretario General, José María Mollinedo— pone “freno a la sangría recaudatoria que había entre las grandes empresas”. GESTHA admite que la medida puede suponer un freno a la inversión internacional pero considera que su impacto es limitado porque sólo afecta a las grandes empresas y su impacto será  menor que el lastre que  hubieran supuesto para el consumo otra subida de impuestos como el IVA. 

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