Angela Merkel quiere apretar las tuercas a Google después del verano. Corre como la espuma la certeza de que que el objetivo de la canciller alemana y de Berlín es dar un golpe en la mesa e infringir una multa ejemplar por favorecer a su buscador de compras frente a otros. En la compañía de Mountain View se conoce esta intención germana, aunque prefieren no pronunciarse de forma oficial hasta que la situación se resuelva. Los avisos vienen siendo constantes los últimos meses pero el pasado 14 de julio la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, dio un adelanto de cuál va a ser la voluntad firme de Bruselas (impulsada por Berlín) para poner coto a unas prácticas de Google que consideran se han extendido demasiado tiempo.
"Creemos que las acciones de Google han hecho daño a los consumidores, que -cuando hacen una búsqueda- obtienen los resultados que Google les quiere ofrecer, no necesariamente los que son más relevante", aseguraba Vestager en una rueda de prensa convocada para la ocasión y con un único punto en el orden del día. Tanto en Mountain View como en el propio barrio europeo de Bruselas parecen tener el convencimiento de que, esta vez sí, habrá sanción para Google. Una sanción exprés, por un tema muy concreto de los muchos que afectan al buscador, y que satisfaga sobre todo a las tecnológicas alemanas, mosqueadas por la libertad con que se está moviendo hasta ahora Google por la Unión Europea y que tienen la impresión de que ellos invierten en infraestructuras para que otros ganen el dinero.
Para Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña, autor de 'Desmontando a Google', "la Unión Europea ha optado por abrir un procedimiento nuevo contra los californianos, que realmente es el tercero, dado que el proceso principal se está gestionando desde hace más de 5 años y Google, con su legión de abogados y su excelente lobby en Bruselas, ha conseguido hasta ahora impedirlo" con una exitosa estrategia de recursos y dilaciones. Este proceso principal podría incluir multas que supusieran hasta unos 3.000 millones de euros, pero su veredicto está todavía en el aire y en todo caso Google recurriría. "Por cada año que Google retrasa el veredicto y se evita pagar la multa, es un año más de facturación en Europa que suma a su matriz Alphabet". Este proceso es muy general, bastante complejo y por ello está costando darle fin, hasta el punto de que ya va por tres el número de comisarios europeos de Competencia que tienen este expediente en su mesilla sin poder darle solución, uno de estos el español Joaquín Almunia, quien tuvo que hacerse a la idea de que no completaría la sanción a Google pese a haberlo intentado con ahínco y reconoció que el trabajo defensivo de los abogados de los norteamericanos había sido imposible de derrotar.
Pero para Alemania se ha convertido en un tema personal. Los diferentes puntos de vista sobre derechos de autor, privacidad y otros ámbitos han imperado continuamente entre el Estado y la megacompañía y han provocado continuos enfrentamientos. En 2009, una casi neófita Merkel cargaba contra Google por su intención de crear una librería global. En este caso Berlín argumentó que "había que respetar el copyright". En años recientes las disputas han venido por la parte de Street View, un servicio con el que Google capturó en España claves de wifi en un caso por el que fue a la justicia aunque luego se archivó. La compañía argumentó que lo había hecho "por error". En el año 2011, la empresa abandonó Alemania después de haber sufrido multitud de trabas por los distintos conceptos que tenían de privacidad. La visión abierta de la privacidad de Google no ha coincidido con la de Berlín.
Francia y España también han iniciado investigaciones fiscales a Google, que factura la mayoría de sus ventas publicitarias a través de Irlanda, el país de Europa donde cuenta con el grueso de su capital humano y realiza el grueso de su inversión. Este sistema fiscal que saca dinero de la UE a través de Holanda hacia las islas Bermudas es otro de los motivos por el que se ha puesto el objetivo en Google. Alemania cree que de aquí a final de año deben cambiar muchas cosas relativas a competencia en internet.