AMC Networks, la distribuidora de canales como AMC, Canal Hollywood y Canal Cocina, ha presentado una demanda de arbitraje contra Telefónica ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por un presunto incumplimiento de las condiciones que el regulador impuso a la ‘teleco’ para comprar Canal+ en 2015. Telefónica y AMC han declinado hacer comentarios.
Los canales de AMC forman parte de Canal+ (hoy Movistar+) y el contrato que unía a la compañía norteamericana con Telefónica expiró el pasado diciembre. Según explican las fuentes consultadas por Vozpópuli, Telefónica se comprometió con la CNMC a dar un trato igualitario a todos los nuevos canales y a negociar de buena fe la renegociación de los contratos cuando expirasen. Ese momento ya está aquí, pero las conversaciones no han llegado a buen puerto.
Y es que aunque la teleco que encabeza José María Álvarez-Pallete se ha mostrado favorable a renovar su contrato con AMC, considera que el mercado audiovisual ha cambiado en los últimos años lo suficiente como para renegociar los términos y ajustarlos a la situación actual, detallan las mismas fuentes. Y es aquí donde surge la fricción con AMC, que ha terminado por poner el asunto en manos del regulador de los mercados para buscar una solución. La demanda de arbitraje ya ha sido tratada en varias sesiones del consejo que encabeza Cani Fernández.
Operación sujeta a compromisos
Hace seis años, Telefónica pagó 725 millones a Prisa y 295 millones a Mediaset para comprar Canal+, por entonces en manos de estos dos grupos. Posteriormente, el gigante de las telecomunicaciones fusionó el canal con Movistar TV para dar lugar a Movistar+, la actual plataforma de contenidos de pago de la compañía.
La venta de Canal+ fue aprobada por la CNMC con compromisos y la 'teleco' quedaba sujeta a una serie de obligaciones que son supervisadas de forma periódica por el regulador. Si en ese proceso de seguimiento de los compromisos hay un tercero (en este caso, AMC) que considera que se han incumplido, la ley le permite recurrir a la vía arbitral en la CNMC, si bien se trata de un procedimiento poco habitual.