Economía

La banca avisa al Gobierno de que un impuesto perpetuo frenará las inversiones y el crecimiento

La AEB y CECA critican las formas y lamentan la “merma la calidad del debate público” si se incluye en un decreto o a través de una enmienda.

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo gobernador, José Luis Escrivá. -

La banca sale en tromba en contra del impuestazo permanente. Las patronales AEB y CECA han lanzado un duro comunicado conjunto ante los planes del Gobierno para expresar su “más enérgico rechazo” por el impacto tanto para el sector como para la economía. Y advierten de que un gravamen perpetuo frenará la inversión y la creación de empleo en España.

“Gravar la actividad bancaria de forma permanente con un impuesto extraordinario significa frenar la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleo en el conjunto de la economía”, advierten las patronales bancarias, que recuerdan que la recaudación de este impuesto supone una merma de unos 50.000 millones de euros en la capacidad del sector bancario para dar créditos en España.

Moncloa trabaja en el diseño de un nuevo impuesto para convertirlo en permanente, después del creado a finales de 2022 por los beneficios extraordinarios de los bancos en pleno ciclo alcista de los tipos de interés. Ahora idea un rediseño, que podría gravar los beneficios en lugar de los ingresos del negocio típico.

Si se mantiene esta iniciativa, la AEB y CECA lamentan que España se convertiría en la “única jurisdicción europea” con un impuesto de estas características, lo que constituye “una desventaja competitiva para los bancos españoles y, por tanto, para el impulso de la economía”.

En contra del BCE y del FMI

Para las patronales bancarias, también supone un “obstáculo” para completar la Unión Bancaria y va en contra de las recomendaciones de instituciones como el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) que desaconsejan estos impuestos porque desvían recursos que podrían utilizarse para reforzar el capital de los bancos y mantener el flujo del crédito a familias y empresas.

“Si este impuesto, concebido como extraordinario, se justificó por el Gobierno por el crecimiento de ingresos derivado de la subida de tipos de interés desde 2022, dicha justificación ya no tiene vigencia”, defienden los bancos, que subrayan que el BCE ha acelerado el recorte del precio del dinero y se estima que pase del 3,25% actual a menos del 2% a finales de 2025.

Las patronales bancarias además critican las formas del Gobierno. “La incorporación de impuestos a nuestro ordenamiento jurídico por la vía de un decreto ley o, alternativamente, a través de una enmienda al articulado de un proyecto de ley que se encuentre en tramitación en el Congreso merma la calidad del debate público e imposibilita que los sectores afectados puedan manifestar su posición sobre normas que afectan a su actividad”, lamentan tanto la AEB como CECA.

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