"Para nada debería plantearme ese escenario". Con esta contundencia, Carlos Torres, presidente de BBVA, rechazó el pasado 9 de mayo cualquier posibilidad de dimisión al lanzar la opa hostil sobre el Sabadell en caso de que finalmente la operación no logre el respaldo de la mayoría de los accionistas de la entidad catalana. Pero lo cierto es que en el sector bancario está extendida la idea de que Torres se juega su puesto con el intento de comprar el Sabadell sin negociarlo con la cúpula.
BBVA propone un canje de una nueva acción por cada 4,83 títulos. A ojos del equipo directivo del grupo de La Vela es "suficientemente atractiva”, aunque la cúpula del Sabadell considera que “infravalora” a la entidad y se volcará en convencer de ello a sus accionistas. La guerra de lobbies acaba de empezar y se intensificará a medida que se vayan pronunciando los distintos organismos regulatorios.
"El presidente de BBVA podría aprovechar un informe contundente de la CNMC contra la operación para dar marcha atrás, aunque en el seno del banco de La Vela se considera que no habrá problemas de competencia
Desde un primer momento, en el sector se considera que el presidente de BBVA se guarda un 'as' bajo la manga. Como aconsejan este tipo de operaciones, lo lógico es que muestre una defensa férrea de que no moverá una coma de su propuesta y no mejorará el canje, como indican distintos ejecutivos bancarios. Pero se espera que en algún momento pueda mover ficha para dar un empujón a los accionistas del Sabadell hacía el ‘sí’.
Marcha atrás a tiempo
Varios altos ejecutivos consultados por Vozpópuli contemplan dos posibles salidas para Torres en la opa, que bajo las condiciones actuales le otorgan una alta probabilidad de fracaso. En el primer escenario, en el que BBVA no diera su brazo a torcer con la propuesta de canje, se cree que Torres podría aprovechar unas condiciones “duras” a la operación por parte de la CNMC (con la interferencia del Gobierno, que se opone frontalmente) para dar marcha atrás.
En BBVA se advierte de que hay otros bancos medianos que presentan más riesgos de concentración en algunas regiones de origen de las antiguas cajas
En el organismo garante de la competencia existe un fuerte malestar interno por la “intromisión” de Moncloa para obstruir la opa, como publicó este medio. Los técnicos de la CNMC se quejan de las “presiones” antes de examinar la operación.
El Gobierno salió en tromba cuando BBVA desveló sus planes alegando precisamente problemas de concentración, cuando desde Moncloa se promovió hace cuatro años la compra de Bankia por parte de CaixaBank, que dio lugar al banco líder en España, con más de 600.000 millones de euros en activos.
Con la compra del Sabadell, el grupo de La Vela daría un salto considerable en cuota de crédito a pymes, el gran atractivo del banco catalán, que le aportaría una porción del 12,7%, hasta superar el 24% en España. En total, la entidad combinada sumaría casi el 22% del crédito.
Riesgo de duopolio en Cataluña
Pero los problemas para la competencia serían mayores en Cataluña. En esta región, donde BBVA compró durante la crisis de cajas la antigua CX y Unnim, tendría cuotas cercanas al 40%, con lo que destronaría a CaixaBank (con un control de alrededor del 35% del mercado de la región). El problema de concentración sería de duopolio en la región catalana: con BBVA/Sabadell y CaixaBank controlando más del 70% del mercado.
La segunda opción de Torres, según sus competidores más cercanos, pasaría por mejorar la prima pagando una parte en efectivo. Esta fue una exigencia desde el principio de los directivos del Sabadell para sentarse a negociar una posible fusión. Si el presidente de BBVA juega estas cartas, estaría a tiempo de pactar con la cúpula del banco catalán y reconvertir la opa hostil en amistosa, como coinciden distintas fuentes financieras.
¿Tiene suficiente munición?
La llave para este segundo escenario sería la munición disponible en La Vela. Se estima que BBVA goza de un extra de capital de entre 3.000 y 5.000 millones de euros, aunque en los resultados de los próximos trimestres puede afectar negativamente la devaluación del peso mexicano por la incertidumbre política, como advierten las fuentes consultadas.
Tampoco se descarta que Torres, que dejó tendida la mano a la cúpula del Sabadell el mismo día en el que presentó la opa, pueda jugar la baza de ofrecer a Josep Oliu un puesto. En la propuesta de fusión, prometió a la entidad catalana tres sillones no ejecutivos en el máximo órgano de gobierno, uno de ellos bajo la categoría de vicepresidente.
El presidente de BBVA ya ha empezado a tender puentes con el Gobierno para rebajar su tono de oposición. La semana pasada, alabó ante Pedro Sánchez en un encuentro empresarial en La Vela la buena marcha de la economía española. Lo que los ejecutivos bancarios tienen claro es que la opa les abrirá una “oportunidad” de arañar cuota de negocio tanto a BBVA como a Sabadell.
jcl
Las 2 soluciones son malas, 1 si se fusionan va a echa a más de 60 % de la plantilla del Sabadell.- y no se fusionan .- las 2 entidades su cotización caerá.- ergo , este envite es un tiro en el pie. Desde la ue siempre querrán fusiones ttransfronterizas-. y ya lo pagaremos-. ya lo pagaremos.- ....