La opa hostil de BBVA al Sabadell está removiendo los cimientos del sector financiero y abriendo grietas entre las autoridades. El Gobierno se opone de forma frontal y ya anticipa su veto ante una fusión por absorción que daría lugar a un banco con más de un billón de activos en el mundo.
Una tensión que se traslada a otras instituciones como el Banco de España, en el que se han conformado dos bandos: quienes defienden el sentido estratégico de la operación y aquellos que advierten de sus efectos sobre la competencia en hipotecas y depósitos, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes financieras.
BBVA cumplió la amenaza y lanzó el 9 de mayo una opa hostil sin precedentes recientes en la banca española para hacerse con el Sabadell. Ofrece a los accionistas un canje de una nueva acción por 4,83 acciones de la entidad catalana, la misma oferta que días antes rechazó el consejo por considerar que “infravaloraba” al Sabadell.
"BBVA concentraría más del 20% del crédito en España. Junto a CaixaBank, controlaría el 70% del negocio en Cataluña
En el seno del Banco de España, según las fuentes consultadas, hay voces que defienden que la operación tiene “todo el sentido” por los ahorros de costes y la complementariedad de negocios. Es una visión más extendida entre los altos cargos y que coincide con la postura del Banco Central Europeo (BCE).
Posicionamiento político
En el otro bando se considera que la integración pone en riesgo la estabilidad financiera y reduce la competencia, según fuentes internas del banco central. Algunas fuentes relacionan a este bloque dentro del Banco de España con los técnicos más cercanos al Gobierno, que precisamente utiliza el argumento de la concentración excesiva para rechazar la opa.
Si triunfa la opa, BBVA daría un salto considerable en cuota de crédito a pymes, el gran atractivo del Sabadell, que le aportaría una porción del 12,7%, hasta superar el 24% en España. En total, la entidad combinada sumaría casi el 22% del crédito.
El banco de La Vela ya ha convocado una junta el 5 de julio para la ampliación de capital necesaria. Se anticipa a las autorizaciones de los reguladores y supervisores.
Los riesgos de concentración se localizarían sobre todo en Cataluña, donde BBVA/Sabadell tendría cuotas cercanas al 40% y provocaría un vuelco histórico en ese territorio al superar a CaixaBank (con algo más del 35% en Cataluña). Pero, en cualquier caso, las dos entidades catalanas tradicionales superarían el 70% de cuota en dicha región.
Autorizaciones
BBVA ha registrado de forma oficial la opa en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y ha solicitado autorización tanto a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el BCE. El supervisor único sólo examinará la operación desde el punto de vista de solvencia, sin meterse a analizar sus efectos sobre la competencia.
Desde un primer momento, en el seno del eurobanco se lamentó que los planes de BBVA para lanzarse a por el Sabadell se destaparan en plena campaña para las elecciones en Cataluña, que se celebraron el pasado 12 de mayo, como indican fuentes próximas a Fráncfort, sede del BCE. Existía, como ha quedado demostrado con la oposición del Gobierno, el riesgo de “politizar” la operación.
BBVA no ceja en su desafío a Moncloa y ya ha convocado una junta extraordinaria para el próximo 5 de julio. En ella someterá al visto bueno de sus accionistas una ampliación de capital de cerca del 20% para acometer el canje de títulos para comprar el Sabadell. Un movimiento que anticipa que los directivos de La Vela tienen plena confianza en que la opa será aceptada por el mínimo del 50,01% de los accionistas de la entidad catalana.