Fue un ultimátum en toda regla. El consejo de administración de Caja 3 (Caja Badajoz, Cajacírculo de Burgos y Caja Inmaculada) abandonó el Palacio de Cibeles, el pasado 15 de marzo, con un encargo y una amenaza: cerrar las negociaciones del ERE con los sindicatos, paso necesario para continuar la fusión con Ibercaja. En caso contrario, el Banco de España estaba dispuesto a intervenir la entidad.
La llamada del supervisor se produjo tras dos días de huelga consecutivos en Caja 3, en los que más del 90% de las sucursales de las tres cajas habían permanecido cerradas. En Burgos, las 33 oficinas de Cajacírculo permanecieron cerradas. Lo mismo sucedió en Badajoz y Zaragoza con Caja Badajoz y la CAI. El seguimiento fue también mayoritario en la red de Madrid.
En la reunión, tensa en determinados momentos, según fuentes del sector, los responsables del Banco de España anunciaron a Luis Miguel Carrasco, CEO de Caja 3, y a los presidentes de cada una de las tres cajas, las medidas a adoptar en caso de que no se resolviera el conflicto laboral.
El supervisor comenzaría a monitorizar la entidad para comprobar si las jornadas de huelga y el clima de conflictividad laboral estaba provocando una pérdida de clientes, con el consiguiente deterioro financiero de la entidad. En caso de confirmarse esta situación, el Banco de España procedería a la intervención de Caja 3.
“Linde y Restoy (gobernador y subgobernador del Banco de España, respectivamente) no podían permitir que se viniera abajo otra fusión con las críticas que están recibiendo por no conseguir cerrar la operación entre Unicaja y CEISS”, aseguran fuentes del sector. “Resulta sorprendente lo proactivo y convincente que puede llegar a ser el supervisor en determinados momentos. Y, sin embargo, se haya mostrado tan incapaz en las negociaciones con Braulio Medel”, insisten estas mismas fuentes.
El supervisor convocó a Caja 3 después de dos días consecutivos de huelga que fue secundada por más del 90% de toda la red
La ‘mediación’ del supervisor surtió efecto de inmediato. Tras abandonar el Banco de España, la dirección de Caja 3 convocó a los sindicatos para mantener un encuentro esa misma tarde en Madrid. La reunión se inició a las seis de la tarde y se alargó hasta más allá de las dos de la madrugada. En tan solo ocho horas, ambas partes lograron sellar un acuerdo que se había resistido después de tres meses de negociaciones, un calendario constante de movilizaciones y protestas, además de dos jornadas de huelga.
El pacto final supuso la reducción de despidos de 592 a 515 trabajadores, aunque se introdujo una cláusula de hasta 60 suspensiones temporales de contratos que minimizan el proceso a 455 extinciones. También se garantizó que no habrá otra reducción de empleo cuando se produzca la fusión con Ibercaja (uno de los puntos clave para los sindicatos). El ajuste laboral, de producirse, afectará a la matriz de Ibercaja, que todavía no lo ha hecho, no a Caja 3.
El ERE se realizará mayoritariamente mediante prejubilaciones. Para fomentar las bajas voluntarias incentivadas de los trabajadores de 55 años o más, el acuerdo incluye indemnizaciones del 75% (80% para 58 y 59 años) de la retribución fija neta, multiplicado por el número de años entre la fecha de la extinción más un año y la fecha de cumplimiento de 63 años.
El Banco de España iba a monitorizar a la entidad para comprobar si la conflictividad laboral estaba provocando pérdida de clientes y deterioro financiero
Para los menores de 55 años, se ofrece una indemnización de 30 días de retribución fija por año trabajado, con el límite de 22 mensualidades y un mínimo de 12. A ello se suman otros incentivos como una prima de 20.000 euros por acogimiento voluntario y 2.000 euros por cada tres años completos cumplidos en la empresa y el importe máximo de la indemnización total no podrá superar la cuantía de 220.000 euros. En los casos de extinciones forzosas se prevé una indemnización de 25 días por año trabajado con un tope de 16 mensualidades, aunque si en 18 meses no se produce la recolocación, se complementará la cuantía a percibir.
Tras este acuerdo, Caja3 cumple todos los requerimientos exigidos en el plan de reestructuración aprobado por la Comisión Europea, necesarios para su recapitalización y para asegurar la viabilidad del proyecto.