Economía

Alemania advierte que España "se la juega" con el paquete de reformas que Rajoy anunciará este viernes

Berlín considera imprescindible que el Gobierno rebaje los 33 días de indemnización en los casos de despido improcedente. La calma en la prima de riesgo "es sólo una tregua". Moncloa tiene que reaccionar, no debe vivir pendiente de lo haga el BCE, consideran en el equipo de Merkel.

"España se la juega". El gobierno alemán y las autoridades de Bruselas  esperan con la lupa desenfundada el paquete de reformas que anunciará el Gobierno de Mariano Rajoy este próximo viernes, 26. Ha llegado la hora de la verdad y en la UE se confía en que la nueva oleada de medidas económicas españolas vayan más allá del voluntarismo y la cosmética.

"Rajoy lo está haciendo razonablemente bien, pero se equivoca si piensa que ahora la pelota está en el terreno de Bruselas", comentan en círculos políticos de Berlín tras las últimas intervenciones públicas del presidente del Ejecutivo español, en las que ha lanzado veladas críticas a la actuación del BCE en comparación con la política llevada a cabo por Reserva Federal de los EE.UU. y hasta con el Banco Nacional del Japón.

La reforma laboral, que arrancó decidida y con buen pie, necesita una segundo impulso, según las fuentes alemanas, puesto que es un terreno que afecta en forma directa al déficit. Se considera imprescindible, en este sentido, llevar a cabo varias medidas, muy especialmente la reducción de la indemnización por despido improcedente de 33 días y 24 mensualidades por año trabajado en el caso de los contratos indefinidos. Algo de lo que muy poco se ha hablado en estas previas a la fecha de las grandes decisiones económicas del día 26. "Esta indemnización resulta demasiado cara, no sólo para los empresarios españoles, sino tambien para lo que se está pagando en media Europa. Si no se modifcan a la baja, de poco servirá el resto de las reformas", comentan estas fuentes que ya han hecho llegar su inquietud sobre este particular a Moncloa.

Magistratura y despidos

Al margen especificidades muy concretas, en el mercado laboral alemán las indemnizaciones al por este tipo de despidos se sitúan en una media de 15 días y 24 meses. También se sugiere la necesidad de clarificar en la normativa española los motivos por los que se puede despedir con indemnización de 20 días ya que ahora mismo se ha dejado demasiada iniciativa al criterio de la magistratura laboral.

Sin modificar estos puntos, las reformas que se anunciará el viernes carecerán de la necesaria credibilidad, se piensa en el gobierno alemán. Se tiene allí  la sensación de que el equipo del Partido Popular ha aflojado el acelerador de las reformas que tiene aún pendientes ante el creciente malestar que se aprecia en amplios sectores de la sociedad. Sin avanzar en la reforma laboral seguramente no podrá impulsarse la creación de empleo y por lo tanto resulta imposible pensar en crear riqueza y en darle la vuelta a la crítica situación de la economía española, es la teoría germana.

En el esperado anuncio del Plan Nacional de Reformas de 2013 y del Plan de Estabilización a cuatro años, el Gobierno español volverá este viernes a nunciar una oleada ingente y profusa de medidas que, como ya se ha señalado en este periódico, más bien se tratará de una declaración de intenciones sin entrar en demasiados detalles puesto que apenas hay margen presupuestario para innovaciones que incidan decididamente en el crecimiento.

Interlocución y espejismo

Pese a que el Gobierno español está mucho más tranquilo y confiado que el verano pasado, cuando la prima de riesgo cabalgaba por encima de los 600 puntos, en círculos de la administración alemana se considera que "esto no es más que una tregua, y punto. Un espejismoo tranquilizador, que nadie sabe lo que puede durar. No hay que confiarse. Es más, resulta muy peligroso hacerlo".

Llama también la ateención en estas fuentes la escasa capacidad de interlocución que tien el propio Mariano Rajoy con sus homólogos europeos y con los dirigentes de la Administración de la UE, con los que apenas mantiene encuentros o entrevistas. Esta labor la ha dejado en manos del ministro de Economía, Luis de Guintos, y de Álvaro Nadal, responsable de la oficina económica de la Moncloa, que han desplegado una actividad tan intensa como meritoria en los despachos de decisión europeos.

No todo son críticas desde Alemania y los despachos centrales de la UE. Otros aspectos de la gestión económica del Gabinete de Mariano Rajoy se observa con agrado la marcha del plan de reforma de la Administración periférica, que paradójicamente en el mercado interno español se considera escasa o inapreciable, o la pues al día del sector financiero. Tampoco se oculta la inquietud ante la deriva nacionalista de Cataluña porque actíua como elemento de preocupación e inestabilidad.

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