Santander está incorporando a su red agencial a ex agentes y ex trabajadores de sucursal tanto de Bankia como de Novagalicia Banco que han dejado sus entidades de origen por los Eres. Así lo reconocen en la entidad, que insisten en que no los contratan en nómina, sino que los captan como agentes.
Así, estos profesionales trabajarán bajo la enseña Santander, en oficinas de la marca, pero bajo contrato mercantil a comisión. Incluso algunas fuentes consultadas señalan que deben realizar algún desembolso inicial para la contratación de local. En definitiva, se la seguridad de estar contratado en una gran entidad pasan al crudo entorno del autónomo.
A cambio, rehacen su futuro laboral, en un entorno en el que trabajar en banca ha pasado a ser una profesión de grave riesgo de salida. “El cliente sigue estando ahí”, señalan las fuentes consultadas, que apuntan que “las firmas con ganas de crecer, especialmente Santander, pero también BBVA o incluso algunas compañías de seguros con alianzas en el pasado con entidades financieras, realizarán esta práctica”.
No hay acuerdo
Desde Santander aclaran que no hay ningún tipo de acuerdo ni con Bankia ni con ninguna entidad para incorporar personal saliente. Sólo se trata de captar clientela, sobre todo en zonas donde se han producido cierres de sucursales.
La captación de comerciales que hayan sido muy activos en la venta de preferentes o acciones bursátiles de cajas transformadas en Banco no será un obstáculo. Al contrario.
“Una cosa es el escándalo social generado pero comercialmente se valora mucho a la gente capaz de vender lo que haga falta, que es de lo que se trata”, señalan las fuentes.
En definitiva, parece claro que la industria financiera deja de ser el paradigma de la seguridad, la calidad de vida y las buenas condiciones para sus empleados. Los que quieren seguir trabajando podrán hacerlo, incluso a pesar de tener una edad elevada, pero como autónomos. Pero, desde Santander insisten: “que se cierren sucursales no significa que desaparezcan los clientes”.
De momento, Bankia está inmersa en un proceso de ajuste laboral muy profundo, al igual que Novagalicia. La bronca laboral ha comenzado hace tiempo, pero también se abren otras vías de salida. Menos confortables, pero inesperadas hace poco tiempo.