Aunque parece que hacen referencia a una economía del siglo pasado, las horas extraordinarias no terminan de salir del diccionario de términos laborales. A diario, en cualquier terraza, en el autobús o en el Metro se oye hablar de ellas como el complemento necesario de muchos trabajadores para incrementar su salario mensual y poder llegar a fin de mes con alguna holgura económica, aunque no sea mucha.
En España, fueron una constante a lo largo de los años sesenta y setenta del siglo pasado. Aunque pueda parecer que están pasadas de moda, el número de horas extraordinarias que se realizan semanalmente en nuestro país sigue marcando cifras récord, a pesar de que el Salario Mínimo Interprofesional haya subido un 54% desde el año 2018 y pasado de 736 euros mensuales (10.303 euros al año) a los actuales 1.134 euros (15.876 euros anuales) o de que la economía viva uno de sus mejores momentos en términos de crecimiento del Producto Interior Bruto.
Según los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, en España, cada semana del tercer trimestre se trabajaron un total de 6,572 millones de horas extraordinarias. Son un 13,14% más que las realizadas en el mismo periodo del pasado año. En el trimestre anterior se rozaron los 7 millones de horas, con un crecimiento del 16% sobre los datos del mismo trimestre de 2023. Es también la cifra más alta recogida por la EPA en los últimos doce años.
En España, a cierre del tercer trimestre, había 18,66 millones de asalariados, de los que cerca de 17,8 millones aseguraban no hacer horas extraordinarias y otros 878.400, sí. Son apenas el 4,7% del total de trabajadores por cuenta ajena, por el 95,3% que se conforma con realizar su jornada laboral pactada. Seis de cada diez trabajadores con “prolongación” de jornada son hombres y el resto, el 40,2%, mujeres.
Hay un hecho que llama poderosamente la atención. En la última Encuesta de Población Activa, el 55,5% de los trabajadores (unos 488.000) aseguraban que las horas extraordinarias que realizaban eran remuneradas por el empresario, pero un 36,4% (casi 320.000) contestaron que no eran retribuidas y alrededor de un 8% no lo tenían muy claro. La descomposición de estos datos por sexo provoca nuevas sorpresas. El 65% de los que ven retribuidos sus esfuerzos laborales son hombres y el 35%, mujeres.
Evolución de las horas extra
El porcentaje de asalariados que hacen horas extraordinarias lleva entre el 4 y 5% desde hace quince años con muy pequeñas alteraciones. En el tercer trimestre del pasado año estaba en el 4,22%, con 770.000 trabajadores y ha subido en los últimos doce meses algo más de 100.000 personas, hasta el 4,7%. Los periodos en los que más trabajos se realizan fuera del horario reglamentario corresponden habitualmente con épocas de bonanza económica y viceversa. Así, entre los años 2006 y 2008, los mejores años de la economía española en el pasado reciente, el porcentaje de trabajadores que hacían horas extraordinarias se situó entre 5,97% y el 7,36%, el máximo conocido, con más de 1,2 millones sobre un total de ocupados de 16,5 millones.
Aunque pueda parecer un tanto sorprendente, la rama de actividad con más trabajadores realizando horas extraordinarias es la industria manufacturera, 121.000, el 13,77% del total. Le siguen, cómo no, la hostelería, con 108.600 (12,36%), el comercio al por menor, con 103.700 (11,8%), las actividades sanitarias, el transporte y las Administraciones Públicas y Seguridad Social, que absorben el 6,8% de este tipo de trabajadores.
Por ocupaciones, los más demandados para realizar labores extraordinarias son los técnicos y profesionales científicos, que absorben el 36% de los trabajadores que realizan horas de más. Están por delante de los que prestan sus servicios en la restauración, protección y los vendedores, con el 21,5% del total, y los trabajadores cualificados de las industrias manufacturera y la construcción, con el 11%.
Analizando detenidamente el número de horas semanales trabajadas a los largo de los últimos años se observa que han aumentado las que son retribuidas en una importante proporción. Si en el año 2013, quizás el más crítico desde el punto de vista económico de este siglo, apenas se pagaban el 47% de las horas extraordinarias que se trabajaban, en el tercer trimestre de este año son casi el 62%. Las no pagadas suponen en estos momentos el 38% de todas las que se trabajan, pero en 2013 eran el 53,2%,
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