La Secretaría de Estado de Función Pública define de esta manera que es el personal empleado público: “es todo aquel trabajador o trabajadora que desempeña funciones al servicio del interés general, con retribuciones económicas por parte de las Administraciones Públicas. Se clasifican en personal funcionario de carrera, interino, personal laboral o eventual”.
A cierre del tercer trimestre de este mismo año, en España el número de asalariados del sector público era de 3,54 millones, de los que 533.400 trabajaban para la Administración Central (el 15,1% del total), 32.200 estaban al servicio de la Seguridad Social, 2,072 millones desempeñaban sus tareas en las Comunidades Autónomas (58,5%), alrededor de 701.000, pertenecían a las Corporaciones Locales (19,8%); 181.100 (5,1%), a empresas e instituciones públicas, y el resto, 21.700 en otros subsectores.
El empleo público representa en la actualidad el 16,2% del número total de ocupados en España a finales del mes de septiembre, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa que publica trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística. El número total de ocupados en nuestro país ha crecido en casi 2,5 millones más de trabajadores, un 12,8%, que cuando Pedro Sánchez llegó a la presidencia del Gobierno. El empleo público ha sumado 423.000 puestos de trabajo, con un crecimiento relativo aún mayor, el 13,56%.
Sin embargo, no todas las cifras tienen que interpretarse de forma eufórica. Hay varios hechos que llaman la atención. Uno de ellos es que el empleo público ha crecido también en mayor proporción que el privado. Según los datos del INE, en los seis años y medio que lleva Sánchez en la presidencia del Gobierno el número de trabajadores públicos ha aumentado hasta 3,54 millones, el 13,56% citado, un punto porcentual más que el privado (+12,6%)
Pero no es el único. El número de asalariados del sector público que tienen un contrato temporal ha subido hasta 1,012 millones de trabajadores y representaban a finales del tercer trimestre el 28,6% del total, frente a los 2,528 millones que tenían contrato indefinido. Aquí el incremento del número de trabajadores públicos con condiciones más precarias ha sido del 31,25%, al pasar de 771.000 en junio de 2018, cuando Sánchez ganó la moción de censura contra Mariano Rajoy, a 1,012 millones. La precariedad laboral afecta más a las mujeres que a los hombres: dos de cada tres contratos temporales han sido firmados por mujeres: 675.200 frente a 336.800 de los hombres.
En este mismo periodo de tiempo, los asalariados del sector público con contratos indefinidos ha aumentado en solo 188.000 personas (un 8,03%), frente a los 241.000 de aquellos que tienen firmado un contrato temporal. En el segundo trimestre de 2018, los trabajadores que tenían contratos temporales representaban el 24,9% del total de asalariados públicos y en la actualidad son el 28,6%, casi cuatro puntos porcentuales más.
Reforma laboral
Uno de los objetivos principales de la reforma laboral aprobada por el Gobierno en diciembre de 2021 y que fue pactada con las grandes centrales sindicales y las organizaciones empresariales era acabar con la temporalidad y la precariedad. La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, dijo en su momento que la norma “pasa página a la precariedad laboral en España”, además de romper con los contratos basura y mejorar la calidad en el trabajo, lo que repercutirá, asimismo, en la mejora de las pensiones públicas.
Yolanda Díaz subrayó tras el acuerdo del Consejo de Ministros en el que se aprobó la reforma que el contrato ordinario en España sería el contrato indefinido y que solo existiría un contrato de duración determinada, que podrá celebrarse por circunstancias de la producción o por sustitución de la persona trabajadora.
Según pone de manifiesto la EPA del tercer trimestre de este año, la última publicada por el INE, el 44,4% de los trabajadores con contrato temporal cubre la ausencia total o parcial de otro trabajador. Son, con diferencia, los más numerosos y afectan a casi 450.000 personas. Otros 122.100 trabajadores son eventuales por circunstancias de la producción y otros 102.300 fueron firmados para “obra o servicio determinado”. El resto se reparte entre contratos temporales de aprendizaje, formación o práctica, estacional, de temporada o en periodo de prueba.
