El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, lleva meses pergeñando cambios en Renfe con el objetivo de revertir una situación complicada principalmente en dos frentes. El primero de ellos es la pérdida de mercado a manos de su competencia, fundamentalmente la francesa Ouigo y la italiana Iryo, que la han dejado al borde de perder el 50% de los viajeros en alguna de sus grandes rutas, tal y como publicó este diario. El segundo y no menos importante es la caída de su reputación tras los múltiples retrasos y problemas que sufren los trenes y las infraestructuras ferroviarias, con Adif también en el punto de mira.
Fuentes cercanas al ministerio dirigido por Puente explican a este diario que el titular de la cartera llevaba tiempo con la idea de cambiar al presidente del operador público ferroviario. De hecho, fue algo pactado entre el propio Óscar Puente y Raül Blanco, que llegó hace casi dos años a Renfe para sustituir a Isaías Taboas, salpicado por la compra de un paquete de trenes en Cantabria que no cabían por los túneles de la región. Dimitió tras estos hechos.
El objetivo que se ha marcado Puente, cuya imagen ha mejorado ligeramente en los últimos tiempos, es dar una vuelta completa de calcetín a Renfe. Pretende que el operador ferroviario sea capaz de competir con los nuevos operadores en un momento crítico, a las puertas de la aprobación de nuevo paquete de liberalización ferroviaria que abrirá la competencia a otras empresas en Cercanías y que licitará las Obligaciones de Servicio Público (OSP), es decir, aquellas rutas que se deben ofrecer, sí o sí, para facilitar la movilidad al ciudadano.
Raül Blanco llegó hace casi dos años a Renfe para sustituir a Isaías Taboas, salpicado por la compra de un paquete de trenes en Cantabria que no cabían por los túneles de la región
Álvaro Fernández, perfil político
Para liderar la nueva Renfe Puente ha decidido poner al timón a Álvaro Fernández, hombre de su plena confianza. Fernández fue director gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid y posteriormente director de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA), localidad de la que Puente fue alcalde desde junio de 2015 hasta junio de 2023. En la actualidad es Secretario general de Movilidad Sostenible.
Las fuentes consultadas por este diario, no obstante, dudan de que el de Fernández sea el perfil idóneo para una tarea sumamente compleja.
"La situación es muy complicada y Puente sabía que había que ponerle el cascabel a Renfe para hacerla competitiva. Esta por ver si Fernández es el hombre que podrá enderezar el rumbo de la compañía. A priori parece un cargo muy político. Raül Blanco no fue capaz de dar el giro necesario y veremos si el nuevo nombramiento es capaz de hacerlo", aseguran estas fuentes, sin dar más detalles sobre cómo será esa nueva revolución en el operador ferroviario.
El PP sospecha de las últimas dimisiones
Por otra parte, y en la línea de los acontecimientos, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha calificado este martes de "dimisiones más que sospechosas" la del presidente de Renfe, Raül Blanco, que se ha conocido hoy mismo, o la del secretario de Estado de Comunicación, Ion Antolín, apenas 20 días después de su nombramiento el pasado mes de diciembre.
"No parece razonable que vayamos teniendo oportunidad de conocer sucesivamente dimisiones más que sospechosas si no son explicadas. Hoy dimite el presidente de Renfe, hace unas semanas dimitió el secretario de Estado de Comunicación", ha declarado Sémper en una rueda de prensa en la sede del PP, tras la reunión del comité de dirección que ha presidido Alberto Núñez Feijóo.
Sémper también ha aludido a la "pasarela" de ministros convertidos en candidatos del PSOE en las comunidades autónomas. "Ya sabemos que en Madrid el señor Lobato ha sido sustituido por Óscar López, un ministro que es designado candidato a presidir una comunidad autónoma", ha dicho, para añadir que en Andalucía "todas las voces apuntan" a que la vicepresidenta María Jesús Montero podría sustituir al socialista Juan Espadas.