Política

Sánchez crea cuatro organismos con sueldos de hasta 55.000 euros para conmemorar la muerte de Franco

Se trata de un comisionado, una oficina del comisionado, una comisión interministerial y un comité científico cuya composición anunciará "cuando se constituya"

  • La ministra Pilar Alegría. -

Pedro Sánchez crea hasta cuatro organismos para tutelar los actos del cincuentenario de la muerte de Franco con sueldos de hasta 55.000 euros. Se trata del puesto de comisionado, de una oficina del comisionado, de una comisión interministerial y de un comité científico cuya composición anunciará "cuando se constituya", según explican fuentes gubernamentales a este diario. Por el momento, solo se se conoce un nombre: el de la historiadora zaragozana Carmina Gustrán. Ella es la comisionada que nombró este martes el Gobierno para la celebración de los 50 años del ciclo "España en Libertad", que pretende conmemorar el medio siglo transcurrido de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975.

Los comisionados del Ejecutivo tienen salarios de 54.994,80 euros, según se desprende del portal de Transparencia. Pero no se sabe mucho más. Moncloa no aclara ni cuántas personas constituirán el comité científico ni cuántas formarán parte de la oficina del comisionado ni cuántas coordinarán la comisión interministerial. Tampoco detalla las restribuciones públicas que percibirán los integrantes de estos entes. El Gobierno esconde, por el momento, el resto de detalles. Está previsto que el propio Sánchez aborde algunos de ellos este mismo miércoles, en el primer acto que se celebra a las 12.00 en el Museo Reina Sofía de Madrid y que será el pistoletazo de salida al ciclo. La comisionada Gustrán, que acompañará al líder socialista, dependerá orgánicamente del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y su función principal será "coordinar los actos logísticos y operativos precisos".

La comisionada estará asistida por el citado comité científico, que para Moncloa tiene "naturaleza de grupo de trabajo". Del mismo modo, el Ejecutivo dio luz verde a una oficina del comisionado, que desempeñará funciones de apoyo técnico. Tanto el comisionado como la oficina, precisa Moncloa, "existirán con carácter temporal hasta que terminen las actuaciones relacionadas con los actos conmemorativos". Además, Gustrán tendrá a su disposición una comisión interministerial -también con naturaleza de grupo de trabajo- que el Gobierno creó este martes, que liderará el ministro Ángel Víctor Torres, y que justifica en el hecho de que "el programa conmemorativo comprende diversas actuaciones que implican la participación de todos los departamentos ministeriales". Moncloa quiere coordinación. Y todo estará supervisado por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, ya que es el organismo al que atañe la dirección y la gestión de la política en materia de conservación, defensa, fomento y divulgación de la Memoria Democrática.

La referencia del Consejo de Ministros de este martes, el primero del año, esboza sucintamente las funciones de la comisionada: elaborar el programa de actividades que conmemoren "España en libertad. 50 años"; coordinar a los distintos departamentos ministeriales, así como a sus organismos públicos y entidades vinculadas o dependientes para asegurar el correcto desarrollo de las actividades previstas; realizar el seguimiento de las actividades; promover las actuaciones necesarias para la puesta en marcha y difusión de los actos; e impulsar la colaboración con el resto de las administraciones públicas para el desarrollo de las actividades.

Moncloa se lanza a la guerra cultural este año con la derecha con el objetivo de encuadrar como nostálgicos de la dictadura a todos los que no se sumen a su calendario. Y lo hace en un año complejo para Sánchez, cercado judicialmente por varios escándalos de corrupción que salpican a su círculo de confianza. El equipo de persuasión de Moncloa se refugiará en la conmemoración de la muerte del dictador para evitar perder apoyo electoral mientras se publican informaciones en los medios sobre los casos que tienen al Gobierno bajo sospecha: el caso 'Koldo', el caso que afecta a la su mujer. Begoña Gómez, el caso que afecta a su hermano, David Sánchez, y el que amenaza con salpicar a su equipo próximo y tumbar al fiscal general, el de la filtración del documento secreto en el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. 

Hace tiempo que la política española vive una batalla sin cuartel por el control de las palabras, por su significado y por la manera de definir el mundo. Los políticos llevan mucho tiempo disputándose el sentido de las creencias y los valores de los ciudadanos. Y reenmarcar la dictadura franquista es el último objetivo de Sánchez y su equipo de estrategas, capitaneado por su jefe de gabinete, Diego Rubio. Cabe recordar que fue Iván Redondo quien se centró en esas disputas. Y a ello obedeció la exhumación de cadáver de Franco. En cualquier caso, hay disputas que sirven para enmascarar problemas más acuciantes, como la vivienda, y que desvían la conversación pública de cuestiones de fondo. Tanto el Gobierno como Vox, al que el PP ya ve entrando al trapo con Franco, se encuentran a gusto en esa tesitura, que tiene un claro trasfondo electoral. Viene a ser una suerte de intercambio de disparos retóricos con las derechas, que le permiten mantener prietas las filas y presentarse como un Gobierno muy de izquierdas precisamente por el ruido que hacen las derechas.

Lo llamativo es que el Ejecutivo de Sánchez se base en que otros países festejan sus etapas en libertad desde que cayeron sus regímenes pese a que España no era una democracia en 1975. Es más, no fue hasta noviembre de 1976 cuando las Cortes franquistas aprobaron la ley para la reforma política, validada un mes después por el pueblo español en referéndum. Aquella cita con las urnas fue la primera en libertad desde las elecciones de febrero de 1936. Las primeras elecciones democráticas con papeletas disponibles de todas las opciones políticas que quisieron concurrir no se celebraron hasta el 15 de junio de 1977 y fueron las elecciones constituyentes. Aquel Parlamento fue el encargado de redactar la actual Constitución española.

Carmina Gustrán, según la biografía que facilitó el Ejecutivo, es licenciada en Historia por la Universidad de Zaragoza, Master of Arts in Culture, Policy and Management por la City-University of London y Doctorado Europeo en Historia Contemporánea en cotutela por la Universidad de Zaragoza y la Université de Nantes (Francia). Moncloa alega que la comisionada tiene una "dilatada experiencia como gestora cultural". "Su investigación se centra en el estudio de las relaciones entre historia, política, cultura y sociedad, especialmente, en la España contemporánea, destacando su monográfico 'El franquismo en el cine español' (1975-2000), publicado por Marcial Pons en 2022". Además, guarda relación con América Latina. En su haber cuenta con la gestión de congresos y eventos, como el V y VI Congresos Iberoamericanos de Cultura (Ministerio de Cultura: Zaragoza, 2013; Costa Rica, 2014); y la coordinación de centros culturales (Centro Cultural Conde Duque, Ayuntamiento de Madrid, 2019-2021; Caixaforum Zaragoza, 2015-2016), donde desempeñó funciones de coordinación de equipos y artistas, supervisión de presupuesto y comunicación.

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