El tejido productivo español se prepara para el plan 'Rearme' de la Unión Europea. Se anticipan no sólo más colaboraciones entre los ámbitos público y privado, con alianzas entre gobiernos y empresas para desarrollar proyectos de Defensa, sino también una oleada de fusiones y adquisiciones de pymes y startups, reconfigurando las cadenas de suministro y reduciendo la dependencia de proveedores asiáticos de chips, materia prima básica para cualquier sistema electrónico.

Fuentes del sector aseguran que las empresas empiezan ya a mover ficha hacia la concentración en los ámbitos de la inteligencia artificial, la ciberseguridad o los drones. La digitalización y la modernización de toda la industria privada se plantea como una prioridad en el ámbito de la Defensa, sobre todo en las tecnologías emergentes, el software y la contraguerra electrónica. "Son sectores atomizados, no hay una gran concentración", explican fuentes expertas.

Las mismas fuentes apuntan que los proyectos de Defensa que se desarrollarán en España no estarán dominados sólo por gigantes nacionales, como el que se podría derivar de una eventual compra de Santa Bárbara por parte de Indra, sino que se abrirán "grandes oportunidades" para las pequeñas y medianas empresas, lo que está ya dando lugar también a la aparición de otros actores, como fondos de inversión con vehículos de capital riesgo.

En los últimos días, el grupo inversor andaluz Reverxia se ha hecho con la asturiana Itemat por 15 millones de euros. Paralelamente, el fondo que lidera Pablo Casado, Hyperion Fund, ha liderado una ronda 23 de millones sobre Pangea Aerospace, con sedes en Barcelona y Tolouse

En los últimos días, el grupo inversor andaluz Reverxia se ha hecho con la asturiana Itemat por 15 millones de euros. Paralelamente, el fondo que lidera Pablo Casado, Hyperion Fund, ha liderado una ronda 23 de millones sobre Pangea Aerospace, con sedes en Barcelona y Tolouse.

Vehículos como el que lidera el expresidente del Partido Popular están impulsando movimientos alrededor de empresas en su mayoría españolas pero también europeas de la industria aeroespacial, de ciberseguridad, de inteligencia artificial y de defensa. El fondo ha levantado ya unos 150 millones de euros procedentes de agentes como el propio Gobierno y privados como Indra o Nortia, con vistas a invertir en compañías de tamaño medio o incipientes.

Otro vehículo en ciernes es el de Nazca Capital, que aspira a levantar hasta 400 millones de euros para invertir alrededor de la industria aeroespacial y de defensa. Al igual que Hyperion, el de Nazca apostará por impulsar el crecimiento de compañías españolas de diferente tamaño, con una primera inversión que se espera para antes de verano en una multinacional española especializada en servicios de uso dual con base tecnológica (sector defensa y civil).

Margen de crecimiento

Actualmente el ecosistema de Defensa en España es reducido, con alrededor de diez grandes grupos que alcanzan una facturación conjunta que supera ligeramente los 10.000 millones de euros a tenor de las cifras de los ejercicios 2023 y/o 2024.

Entre los principales exponentes del sector a nivel nacional cabe mencionar a Airbus (que ronda los 6.000 millones anuales), Indra (4.300 millones, que se reducen a algo más de 1.000 millones si se considera solo la división de Defensa), Navantia (unos 1.400 millones), ITP Aero (1.300 millones), Rheinmetall Expal Munitions (entre 300 y 600 millones), Santa Bárbara Sistemas (más de 300 millones), Escribano Mechanical & Engineering (más de 100 millones), y Sapa Placencia (más de 50 millones).

Su tamaño resulta reducido si se compara con los 20 principales grupos de Defensa a nivel mundial, entre los que sobresalen empresas estadounidenses como Lockheed Martin, RTX Corporation, Northrop Grumman o General Dynamics, con facturaciones anuales superiores a los 30.000 millones de dólares cada una ya en 2023. Solo en Europa, la alemana Rheinmetall facturó alrededor de 10.000 millones de euros durante el pasado ejercicio 2024.  

En este sentido, las fuentes consultadas apuntan que si bien hay una brecha muy relevante, se espera que la tendencia de crecimiento del sector en España, con un avance del 15% en 2024, se mantenga e incluso supere en el contexto actual. Y para ganar tamaño y conseguir mayores economías de escala, la propia industria de la Defensa en España tenderá a la concentración, con operaciones de adquisición y fusión de empresas. 

Mecanismos de financiación 

El incremento del gasto Defensa vendrá dado en gran parte desde el sector público, con un incremento exigido desde Europa de los presupuestos nacionales. La Comisión Europea permitirá a los Estados miembros activar en abril la cláusula de escape y aumentar el gasto en Defensa en un 1,5% del PIB sin elevar el déficit público durante los próximos cuatro años, entre 2025 y 2028. Esto, en el caso de España, se traduce en un gasto adicional de hasta 24.000 millones de euros.

Además del gasto que deberá financiar España con cargo al presupuesto nacional, la Comisión Europea pondrá a disposición de los Estados miembros 150.000 millones de euros a través de créditos mancomunados, bajo el instrumento denominado SAFE (Security Action for Europe). Para beneficiarse de los préstamos, los países deben presentar en los próximos meses un plan de inversiones, como ya ocurrió con los fondos Next Generation EU de la pandemia.

En esa plan el Gobierno deberá detallar en qué productos específicos de Defensa va a invertir y cuáles son los gastos que se van a ejecutar. Tal y como detalla la consultora EY en un documento técnico sobre el 'Libro blanco sobre la defensa europea', la Comisión evaluará los planes y tomará una decisión basada en el impacto en la industria de defensa, el cumplimiento de normas de seguridad, y las necesidades financieras del país solicitante.

Los Estados miembros podrán solicitar un pago de prefinanciación por hasta un 15% del préstamo, realizando solicitudes de pago hasta dos veces al año a la Comisión acompañadas de un informe semestral que justifique debidamente los gastos realizados y futuros. Los fondos SAFE provendrán de los mercados de capitales o de instituciones financieras y los préstamos tendrán un plazo máximo de 45 años. Se pueden presentar solicitudes hasta el 31 de diciembre de 2030.

Bruselas también ha establecido limitaciones. Por ejemplo, los tres países que reciban más fondos no podrán superar el 60% del total del SAFE. Además, solo podrán participar empresas establecidas en la UE o Ucrania, al menos el 65% de los componentes deben ser de origen europeo, y no se permitirá la participación de empresas extranjeras "que representen un riesgo de seguridad". Además, según consta en el citado documento, estarán exentos de IVA.

La Comisión Europea también permitirá a los países reasignar dinero del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) al refuerzo de las capacidades de defensa y seguridad. Finalmente, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), institución que lidera Nadia Calviño, duplicará su inversión anual hasta los 2.000 millones para financiar proyectos como drones, espacio, ciberseguridad, tecnologías cuánticas, instalaciones militares y protección civil. 

• Tags
• Defensa
• empresas
• Fusiones