Política

Montero claudica ante Sánchez y aceptará ser secretaria general del PSOE andaluz "a regañadientes"

La vicepresidenta, que se resistía a aceptar el dedazo, le exige a Sánchez mantener el poder que tiene actualmente en Moncloa y en Ferraz

María Jesús Montero cede a las presiones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y presentará su candidatura a las primarias para liderar el PSOE de Andalucía. Se prevé que sea a lo largo de los próximos días cuando oficialice su propuesta. Al existir ya una candidatura, la de Luis Ángel Hierro, Montero tendrá que recoger avales antes de ser proclamada oficialmente candidata a las primarias. 

La ministra de Hacienda da el pasio, según ha podido saber 'Vozpópuli', "a regañadientes", sin ganas de asumir este nuevo reto profesional. Forzada, por parte de Sánchez, como anteriormente le ocurrió a la exministra Reyes Maroto cuando le impuso ir de candidata al ayuntamiento de Madrid.

Sánchez, de esta forma, repite con Montero la operación que ya ha hecho con otros ministros a los que ha mandado a liderar el PSOE en lugares como Madrid, la Comunidad Valenciana o Aragón. El presidente quiere aprovechar el tirón mediático que tiene la titular de Hacienda para confrontarla al 'popular' Juan Manuel Moreno Bonilla.

Algunos dirigentes opinan que su designación como sustituta de Juan Espadas, que este martes ha oficializado su renuncia a seguir liderando el partido, persigue "sacarla de la carrera para relevar a Sánchez cuando toque". Durante los cinco días de reflexión que se cogió hace casi un año el presidente, todas las miradas se pusieron sobre Montero como relevo natural.

No obstante, según ha podido saber este periódico, la insistencia de Sánchez para que Montero diera el paso tiene que ver también con la exigencia de Espadas de renunciar a presentarse a las primarias únicamente si su sustituta era Montero. No estaba dispuesto a hacerlo con ningún rival más, aunque algunos como Juanfran Serrano, mano derecha de Santos Cerdán, había mostrado su disposición.

Liderar la principal federación

Montero, que inició su carrera política en Andalucía, donde formó parte del Gobierno de Susana Díaz como consejera de Hacienda, se tendrá que hacer cargo de la principal federación socialista. El PSOE-A tiene 45.000 afiliados que pasarán a estar bajo su control.

Las dificultades que entraña el liderazgo del PSOE andaluz, con varios territorios enfrentados entre sí, ya que todavía no se han curado las heridas de las primarias de 2021 entre Susana Díaz y Juan Espadas, "le obligarán a pisar mucho el territorio". Algo que, en ciertos momentos, puede crearle incompatibilidades con el cargo que ostenta.

Mantener el poder en Moncloa y en Ferraz

Una de las exigencias que Montero le ha hecho a Pedro Sánchez, a cambio de aceptar el encargo de intentar unir y reflotar el PSOE andaluz, hundido tras siete años de gobierno del PP, cuatro con mayoría absoluta, es el de mantener el poder que tiene en la actualidad en el Gobierno y en el Partido Socialista.

María Jesús Montero es desde hace un año la número dos de Moncloa y desde hace tres la de Ferraz. Y como tal, explican fuentes socialistas, "tiene mucho poder". Un poder que perdería, en caso de renunciar a alguno de ambos cargos, para centrarse únicamente en la secretaría general del PSOE andaluz.

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