Lo que parecía un debate del pasado, en las últimas semanas se ha vuelto a abrir el debate. La geopolítica y un intenso frío en el Viejo Continente han provocado que aparezcan los fantasmas del pasado en materia energética. El gas se ha convertido en un quebradero de cabeza para las principales potencias debido a que se ha encarecido considerablemente y las bajas temperaturas hacen tirar de la calefacción a centenares de millones de hogares en toda Europa.
En el sector energético asumen que “la próxima primavera será clave” para conocer cómo “Europa va a afrontar el invierno de 2025”. Conviene recordar que los países de la Unión Europea comienzan a hacer acopio de gas desde marzo a mayo para que no tengan problemas de suministro y no depender de los mercados diarios para que la Industria pueda operar con normalidad y los hogares y edificios tengan suficiente materia prima para caldear las infraestructuras.
Pero los gestores energéticos de cada país van a tener un mayor trabajo durante los próximos meses. Con el invierno aún en el calendario, todo hace indicar que las bajas temperaturas seguirán reinando en los mercurios. De hecho, para la próxima semana se espera una nueva ola de frío en el norte de Europa, que también afectará a España. Basta con repasar los datos actuales de reservas de gas para comprobar cómo la meteorología ha hecho mella en las reservas europeas.
Del 1 de octubre al 31 de diciembre, las extracciones de gas de los depósitos subterráneos ascendieron a más de 250 teravatios hora, la segunda mayor jamás registrada en el período, y muy por encima del promedio de 10 años de 165 TWh.
Pero, a corto plazo la situación no es preocupante debido a los buenos deberes que han hecho desde que comenzara la guerra en Ucrania. En la actualidad, las reservas medias europeas se encuentran en torno al 71%. La propia UE pone como deberes a todos los países que sus depósitos estratégicos se sitúen por encima del 70%, algo que cumplen a rajatabla. No obstante, se espera que para finales de marzo la cifra caiga hasta el 45%.
No obstante, si se compara con los años anteriores Europa está mucho peor que en los inviernos anteriores. Por ejemplo, hace dos años las reservas del Viejo Continente se encontraban al 83% y hace exactamente doce meses el nivel de llenado era del 86%.
Adiós al gas ruso
Como se mencionaba anteriormente, el fin del gas ruso también ha provocado que el mercado del gas se desestabilice. Por un lado, adquirir un Mwh de esta materia prima viene siendo más caro que hace varios meses puesto que el mercado ha ido contando con este factor. A largo plazo, muchos países que no requerían de reservas puesto que tenían un tubo ininterrumpido con el Kremlin deberán reorganizar su estrategia, como es el caso de Moldavia o Eslovenia.
Ucrania tomó la decisión de suspender el transporte de gas natural ruso hacia Europa a través de los gasoductos del GTSOU (Gas Transmission System Operator of Ukraine) desde el primer día del año. Esto marcó el fin del contrato que existía entre Gazprom y la empresa ucraniana Naftogaz y dejó a la UE sin el suministro de gas ruso que provenía de Ucrania.
Antes de que se produjera el corte, casi un tercio del gas ruso a Europa pasaba por Ucrania, si bien el bloque del Viejo Continente ha ido diversificando sus compras a través del gas natural licuado (GNL) o de otros territorios ricos en gas como es el caso de Azerbaiyán o Argelia, que hace año y medio firmó un acuerdo con Italia para aumentar el paso por el gasoducto que une ambos territorios.
¿Y España?
Mientras Europa mira con recelo lo que pueda ocurrir el próximo invierno con la certeza de que, irremediablemente, el coste del gas va a ser mayor, España vuelve a despejar dudas. Nuestro país fue ejemplo de resiliencia en los momentos más duros de la guerra en Ucrania debido a los acuerdos firmados con Argelia y con la amplia capacidad que tiene el sistema nacional para recibir gas natural licuado.
De hecho, según Cores, el 55,3% se importa como GNL y el 44,7% restante a través de gasoducto. A excepción de Asia Pacífico (sin importaciones en oct-23), disminuyen interanualmente los suministros procedentes de todas las zonas geográficas: América del Norte (-70,2% vs. oct-23), Oriente Medio (-52,4%), Europa y Euroasia (-15,2%) y África (-6,3%).
De acuerdo a los datos de la Unión Europea, España es uno de los países con mayor reservas de gas de todo el continente y a 7 de enero sus niveles se encuentran en el 80%, ocupando el tercer lugar en el ranking de Europa.
¿Qué pasará con el precio?
Ante un invierno marcado por el frío y con el adiós del gasoducto de Ucrania y Rusi los mercados admiten que el mercado del gas seguirá tensionado durante los próximos meses y asumen que encender la calefacción será caro.
El mercado del gas mantiene unas cotizaciones estables en el entorno de los 48,50 euros por megavatio hora, muy por encima de los 24 euros que se solían pagar hace poco más de medio año.
"Bajo este escenario vemos riesgo de que los precios del gas natural continúen repuntando", señalaban los analistas de Renta4 Banco en un informe reciente. Según los analistas de Banca March, "los futuros europeos del gas ya venían descontando la posibilidad de que esto sucediera, por lo que, al confirmarse la noticia, los futuros se mantuvieron estables".