Nuevo conflicto entre los acreedores y antiguos dueños de la Ciudad Financiera de Banco Santander. El fondo de Luxemburgo Edgeworth Capital reclama a Derex Quinlan, uno de los dueños de Marme Group, otros 40 millones de euros por las garantías que otorgaron sobre los préstamos de Royal Bank of Scotland como parte del acuerdo inmobiliario en el que Edgeworth compró la deuda del banco en 2010.
Esta demanda se produce después de que Marme perdiera una disputa de 103 millones de dólares sobre los acuerdos de tarifas vinculados a la compra de la sede de Santander en 2016. Esa acción fue presentada originalmente por Edgeworth Capital y Aabar Block, con sede en Abu Dabi.
Derek Quinlan acusa ahora al fondo luxemburgués de llevarlo a la bancarrota y asegura que Edgeworth Capital actuó de manera opresiva y abusó de los poderes de la corte inglesa para quedarse con la participación de la sede de Santander. El irlandés también señala que Robert Tchenguiz, dueño del fondo, está utilizado su posición desde 2018 para adquirir la Ciudad Financiera a expensas de los acreedores.
Venta de la ciudad financiera
Entre 2007 y 2008, el primer banco español vendió diez inmuebles singulares, 1.152 oficinas y la Ciudad Financiera a distintos compradores. La entidad formalizó contratos de arrendamiento de dichos inmuebles por diversos plazos, 40 años en el caso de su sede.
El comprador de la Ciudad Financiera fue Marme Inversiones, sociedad constituida por los financieros Glenn Maud y Derek Quinlan, que acordaron con los Botín ser sus caseros hasta 2048, año en el que Santander podría recomprar su sede.
Marme entró en concurso de acreedores en el año 2014 al no poder hacer frente al pago de los cerca de 2.000 millones de euros que costó la Ciudad Financiera. La liquidación de la empresa que compró la sede del Santander incluyó un complejo proceso de venta del mismo activo para pagar a los acreedores, entre ellos Caixabank, el antiguo The Royal Bank of Scotland, ING o el fondo Edgeworth Capital.