La tensión sigue protagonizando las relaciones entre ACS y sus filiales extranjeras, Hochtief y Leighton, subsidiaria de ésta. A finales de la pasada semana se registraron inusuales movimientos en torno a la cotización de Leighton que resultaron provenir de un incremento de la participación de ACS en la empresa, a través de Hochtief, hasta rozar el 55% del capital de la australiana.
La inesperada maniobra puso en alerta al mercado y también disparó las alarmas en el seno de Leighton, donde ya circulaban rumores sobre la posibilidad de que ACS decidiera tomar el control absoluto de la compañía a través de Hochtief. Además, la adquisición de un 1,5% adicional de Leighton llega poco después de que parte de la alta dirección de la compañía decidiera presentar su dimisión al no aceptar lo que consideraron injerencias por parte de Hochtief.
Pero, sobre todo, el incremento de participación ordenado por ACS pone en peligro un histórico pacto existente entre Hochtief y su filial Leighton, en virtud del cual la alemana se comprometía a no superar la barrera del 55% del capital de su subsidiaria. Al parecer, las intenciones de ACS pasan por superar este límite, lo que justificaría además el nombramiento de nuevos miembros del consejo de administración en la empresa australiana, algo que hasta ahora se le había resistido al presidente del grupo español, Florentino Pérez.
Cabe tener en cuenta que cuando ACS lanzó la OPA sobre Hochtief para hacerse con algo más del 50% de su capital, Leighton se reveló como un obstáculo considerable. Aunque controlada por Hochtief, la australiana ha gozado siempre de una independencia poco frecuente para tratarse de una filial, algo a lo que se había comprometido Hochtief y que con el abordaje de ACS se ponía en peligro.
Esquivar una OPA
Para esquivar el lanzamiento de otra OPA sobre Leighton, ACS pactó el mantenimiento de la independencia de Leighton, una promesa que los australianos consideran que se incumple con demasiada frecuencia.
Después de mucho tiempo sin movimientos en el capital de Leighton, a finales de la semana pasada se encendieron las alarmas. La participación de Hochtief se situó apenas unas centésimas del límite del 55% establecido en el pacto y algunos operadores aseguran que los mandatos de compra proseguirán en las próximas semanas. La legislación local permitiría a Hochtief comprar un 3% de Leighton cada seis meses sin necesidad de lanzar una OPA.
La marcha de los directivos de Leighton se debió a que Hochtief quería imponer determinados aspectos estratégicos, especialmente en lo concerniente a ventas de activos, lo que suponía atentar contra la independencia que Hochtief siempre le había concedido a su filial australiana. Con un potencial incremento de participación, ACS se aseguraría un mayor control de un consejo que hasta ahora se había resistido.
A Florentino también le costó sentar sus reales en el consejo de Hochtief pero finalmente lo consiguió y en la actualidad el consejero delegado de la compañía alemana es uno de sus hombres de máxima confianza: Marcelino Fernández Verdes.