Ernst & Young anunciaba este lunes la renovación de su marca corporativa a nivel mundial en un intento de modernizar y reforzar aún más el nombre de la Firma, que se simplifica con las siglas EY que ya reconocían profesionales, clientes y mercados. La nueva imagen incorpora además el lema "Building a better working world", eje de la cultura empresarial de la misma.
El presidente de EY en España, José Miguel Andrés, explicaba que "la nueva marca refleja de forma clara, sólida y directa los valores con los que trabajamos y actuamos, cuyo pilar es ayudar a construir un entorno mejor en todos nuestros ámbitos de actuación: con nuestros clientes, con nuestras comunidades y con todos nuestros stakeholders. Ese es el propósito que subyace en nuestra nueva identidad visual y que respalda la forma de actuar de los más de 167.000 profesionales de EY en todo el mundo", decía.
En España, la división legal y fiscal de la Firma adoptará también la nueva marca corporativa como EY Abogados. No obstante, Ernst & Young y sus distintas sociedades seguirán manteniendo sus denominaciones actuales a efectos legales.
La presentación de la nueva imagen de marca coincide con el nombramiento efectivo de Mark Weinberger como nuevo presidente mundial para los próximos años, sucediendo en el cargo a Jim Turley, que se retira tras haber presidido la firma desde 2001. Hasta ahora, Weinberger fue el máximo responsable del área fiscal tanto a nivel global como para América, además de miembro del Comité Ejecutivo global y de América. También ha trabajado para los principales clientes y ha sido miembro del Comité Directivo de Mercados a nivel global, así como del Comité de Políticas Públicas.
Weinberger cuenta también con una amplia experiencia en el sector público, destacando su labor como asesor del Secretario del Tesoro de Estados Unidos, bajo la presidencia de George W. Bush y en el Consejo de Seguridad Social bajo la presidencia de Bill Clinton.
"Es un privilegio poder dirigir una firma como EY en un momento tan importante como el actual y con tantos retos por delante. A lo largo de sus cien años de existencia, EY se ha forjado una reputación basada en su compromiso con la calidad, la confianza y la integridad. Estamos construyendo nuestra historia y nuestra reputación para crear nuestro futuro", declaraba el nuevo presidente.
Nuevas señas, mismos objetivos
Según Weinberger, la construcción de un entorno mejor en todos los ámbitos es un objetivo ambicioso a la vez que un reto muy importante que van a afrontar y que va a centrar todo lo que hacen como organización. "Los valores básicos de nuestra organización definen quiénes somos y seguirán siendo la piedra angular de nuestra cultura. Nuestra gente demuestra integridad, respeto y trabajo en equipo, y tiene la energía, el entusiasmo y el coraje para liderar y construir relaciones basadas en hacer lo correcto", explicaba.
Por último, el nuevo presidente destacaba que "acortar nuestra marca permite unificar y simplificar su utilización en todas las líneas de servicio de EY en el mundo, así como mayor comodidad para los clientes. Nuestra nueva marca y logotipo demuestran con claridad lo que somos, al tiempo que refleja la meta que nos hemos fijado: ser la firma número uno en nuestra profesión", concluía.
