Una banca que pueda operar sin restricciones por toda la zona euro. El economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Peter Praet, desveló el panorama financiero que el supervisor espera en el futuro: Menos entidades, más sólidas y con alcance continental. "Espero que haya una licencia bancaria dentro de cinco años para la banca paneuropea", tal y como explicó este miembro del Comité Ejecutivo del BCE, durante una charla celebrada en Madrid, en el marco del encuentro de primavera que organiza el Instituto Internacional de Finanzas (IIF).
Más allá de barras libres de liquidez, tipos negativos y otras "herramientas", en opinión del BCE urge una mayor consolidación de la banca
"Necesitamos bancos transnacionales en la UE y ya hay entidades preparadas para dar ese salto". Praet instó a las autoridades europeas y nacionales a profundizar en la integración, especialmente en relación a su sector bancario, que en su opinión adolece de una alta fragmentación, lo que a su vez afecta al riesgo soberano de los países. "Cuando miras el paisaje del sector financiero europeo, se ve una colección de sistemas nacionales. Está tan fragmentado que incluso sin problemas de deuda pública no se puede romper el vínculo soberano", alertó.
El objetivo del BCE desde aquel "whatever it takes" de Draghi en julio de 2012 ha sido romper el vínculo soberano-bancario, que condiciona la salud de las finanzas públicas y su deuda a la salud de los bancos. Más allá de barras libres de liquidez, tipos negativos y otras "herramientas", en opinión de Praet y de los demás responsables del Banco Central Europeo es urgente instar a una mayor consolidación del sector a nivel europeo. Es decir, que hacen falta fusiones que permitan entidades más grandes y capaces de prestar servicios financieros por toda la zona euro.
"No todos los bancos grandes van a ser paneuropeos", advirtió este ejecutivo del BCE, que precisamente señaló el problema de "sobrecapacidad" que sufre el sector como un detonante de la futura ronda de fusiones bancarias. Y es que la realidad para los bancos ha cambiado para siempre. "Los ingresos son menores, ya no se pueden apalancar como antes y están los activos ponderados por riesgo. La capacidad del negocio se ha caído, pero la capacidad instalada no ha caído en esa misma proporción", añadió insinuando más cierres de oficinas en el futuro.
Linde pide colaboración a la banca
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, fue quien hizo el discurso inaugural de la segunda jornada organizada por el IIF. Linde hizo un repaso a toda la coyuntura, tanto a nivel macroeconómico como al propio sector bancario. Incidió por ejemplo en la mayor preocupación de la banca a día de hoy, los tipos de interés en negativo. El máximo responsable del BdE avisó que es "imposible" saber cuándo se normalizarán los tipos ni las condiciones monetarias, debido a que dependerán de la situación cíclica de cada economía de la zona euro.
La banca europea cuenta con numerosas carteras crediticias "no modelables", que dificultan la comparabilidad entre entidades y entre países
Linde enumeró los avances logrados, así como los pendientes. En relación a las reformas regulatorias y de solvencia procedentes de Basilea, el gobernador incidió en cómo los reguladores están tratando de "mitigar" la variabilidad de cómo se calculan en cada país los activos ponderados por riesgo. "Esta revisión debería ser posible alcanzando un adecuado balance entre sensitividad, simplicidad y comparabilidad", recalcó, al tiempo que reclamó a los bancos una especial colaboración en el sentido de aportar su mejor información a los reguladores.
Y es que la banca europea cuenta con numerosas carteras crediticias "no modelables", que dificultan la comparabilidad entre entidades y entre países, ya que sus datos no están trabajados de forma homogénea. "Para asegurarnos de que el análisis está basado en datos de la mejor calidad, el compromiso de la industria es crucial, tanto en el sentido de compartir sus puntos de vista en los procesos de consulta como contribuyendo con los datos de mayor calidad para el estudio de impacto cuantitativo que prepara el Comité de Basilea", señaló.