Los máximos responsables y los directivos de las entidades financieras más pequeñas podrán librarse de los controles salariales surgidos a raíz de la crisis financiera en Europa. Esta es al menos la idea preliminar que acaba de exponer la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que apuesta por "excepciones específicas" en la aplicación de límites estrictos para aquellas entidades que sean pequeñas y "no complejas".
Ya desde 2013, Europa avanza hacia un sistema financiero en el que las remuneraciones variables de los grandes banqueros estén fuertemente reguladas, con el fin de evitar incentivos perversos a corto plazo que supongan un peligro para las entidades financieras en el largo plazo. Hasta el momento, la normativa ha impactado en solo un pequeño grupo de banqueros, aquellos considerados los "material risk takers"; es decir, aquellos ejecutivos y altos cargos que definen el perfil de riesgo de una determinada entidad. Pero dicho colectivo está a punto de crecer.
La EBA, en un reciente informe de recomendaciones sobre la regulación de los bonus de los banqueros, aclara su punto de vista respecto de cómo se han de aplicar las normas a nivel europeo y apuesta por extender las limitaciones todo lo posible. Así, reclaman al ejecutivo comunitario y a los estados que se pongan de acuerdo para aprobar una normativa común "encaminada a clarificar y asegurar que los requisitos en las remuneraciones se aplican de forma consistente en la UE", según consta en su escrito.
Pagos diferidos en el tiempo
Algunas de las estrategias planteadas por los reguladores para minimizar la asunción de excesivos riesgos por parte de los altos ejecutivos de las entidades financieras son, por ejemplo, el sistema de pagos diferidos (o payout deferral instruments). Es decir, que una importante parte variable de los salarios de un determinado directivo están relacionados con la consecución de unos objetivos a largo plazo, una vez se haya demostrado la solidez de la entidad en el largo plazo.
"Muchas entidades pequeñas estiman que necesitarían contratar a más personal administrativo para poder aplicar los instrumentos de pago diferido"
Este tipo de políticas de contención del riesgo serán de obligado cumplimiento en entidades medianas y grandes; sin embargo, la EBA plantea que pequeños bancos, cooperativas y cajas puedan estar exentos en la medida que la aplicación de dichas limitaciones supondría un coste demasiado alto para éstas. "Muchas entidades pequeñas estiman que necesitarían contratar a más personal administrativo para poder aplicar los instrumentos de pago diferido", señalan desde la Autoridad Bancaria Europea, que a su vez opina que dicho coste supondría una "desventaja competitiva" respecto de los grandes bancos, para quienes este coste adicional no sería tan grande.
"Además, las entidades más pequeñas y menos complejas, así como las cajas y las cooperativas de crédito, a menudo no disponen de instrumentos para efectuar una remuneración variable", admiten desde la EBA. Es decir, que en la medida que no son bancos al uso, no pueden emitir capital, o bonos convertibles, de la misma manera que un banco. La creación específica de dichos instrumentos para poder pagar a sus directivos en cumplimiento de la normativa general "sería costoso considerando la relativamente menor mejora en la alineación del riesgo conseguible", reconocen, por lo que apuestan por hacer excepciones a la norma general y limitar estas exigencias en el caso de bancos y cajas muy pequeñas.
"No permitir ninguna excepción nos llevaría a una situación donde muchas entidades pequeñas cambiarían sus sistemas remunerativos para pagar exclusivamente salarios fijos. Además, en algunos países la remuneración, incluyendo una pequeña parte variable, está determinada por acuerdos colectivos que no pueden ser cambiados unilateralmente por las propias compañías", señalan desde la EBA, quienes sin embargo sí que apuestan por establecer límites universales a los bonus.
Un "tope" a los bonus
A pesar de las excepciones aplicables a ciertos modelos de remuneración variable en bancos de pequeño tamaño, lo cierto es que la EBA apuesta también por implantar para todo el sistema financiero un "tope" a los bonus. "Es fácil de aplicar y no crea costes administrativos adicionales. El tope asegura que ningún incentivo inapropiado para la toma de riesgos será llevado a cabo", explican desde la EBA, sin especificar en su escrito a qué cantidad se referirían.
"De cualquier manera, la opinión de la EBA especifica que la aplicación del llamado tope a los bonus no debería ser sujeto de ningún tipo de excepción", añaden. Este tope consiste básicamente en que la parte variable en total no puede superar el 100% de la parte fija de forma general, y el 200% si los accionistas han dado su consentimiento explícito a dicha remuneración.