El endurecimiento de las condiciones laborales que El Corte Inglés ha comenzado a aplicar a comienzos de este mes iba a tener como consecuencia la salida de “centenares” de trabajadores del grupo, según advirtieron entonces fuentes sindicales. Y sus pronósticos se están cumpliendo.
Según fuentes del proceso, unos 800 empleados de El Corte Inglés e Hipercor han pedido el finiquito, acogiéndose al artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que permite a cualquier trabajador que se sienta “perjudicado” por una modificación sustancial de sus condiciones laborales rescindir su contrato y percibir una indemnización de veinte días de salario por año trabajado, con un tope de nueve meses.
Las peticiones para abandonar la empresa llevan aparejada, en los trabajadores con derecho al subsidio de paro, la prestación por desempleo.
CCOO, que ha llegado a calificar el proceso de “ERE encubierto” en respuesta a consultas de algunos trabajadores, ha denunciado junto con UGT esa modificación (acordada por la empresa con los sindicatos mayoritarios, Fasga y Fetico) ante la Audiencia Nacional, por considerar que equivale a la “total desregulación de la jornada” en materia de horarios.
La cifra de salidas, que puede incrementarse en las próximas semanas, es una estimación basada en datos de la empresa y de los sindicatos. Equivale a cerca del 1% de la plantilla que tenían en 2011 (último dato disponible) El Corte Inglés e Hipercor, principales cadenas del grupo que preside Isidoro Álvarez por número de empleados (entre las dos suponen el 78% del total) y facturación.
Pese a ser un porcentaje mínimo en comparación con la plantilla total, el volumen de salidas en algunos centros es tan considerable que, según varias fuentes consultadas, puede obligar al grupo, que no comenta este asunto, a realizar nuevas contrataciones.
Las salidas se concentran sobre todo, según las fuentes consultadas, en las dos comunidades autónomas con mayor libertad de horarios: Madrid y, en menor medida, Valencia. En el caso de Madrid, destacan algunos centros de la periferia de la comunidad. Destaca el caso del centro de Pozuelo de Alarcón, que paradójicamente es uno de los que mejores cifras de venta presenta en toda España.
Esa cifra de 800 salidas todavía es provisional porque el proceso todavía no se ha cerrado. El cambio de condiciones laborales entró en vigor con carácter general el pasado 1 de junio, pero en algunos centros de trabajo no lo hará hasta el próximo día 1 de julio. Y es a partir de entonces cuando se abre el plazo de veinte días para que los trabajadores comuniquen su salida voluntaria.
No obstante, las fuentes consultadas subrayan que hay un precedente cercano en el tiempo en el que el volumen de salidas fue mayor, aunque entonces pasó desapercibido: en 2009, la empresa acordó una ampliación de la jornada de trabajo acogiéndose también al artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que permite a la dirección de una empresa modificar las condiciones de trabajo “cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción”. Entonces, salieron de la empresa unas 1.000 personas.