El consejo de administración que mañana celebra Repsol se presenta caliente, muy caliente. Antonio Brufau, presidente de la petrolera, y su antiguo amigo, Isidro Fainé, presidente del accionista histórico, La Caixa, escenificarán un nuevo enfrentamiento. El directivo de Mollerusa se ha negado en rotundo a aceptar las propuestas que el banquero de Manresa ha traído de Argentina, por considerarlas perjudiciales para el grupo petrolero y para sus accionistas.
Fainé cuenta con el apoyo de Pemex, la petrolera estatal mexicana que controla el 9,4% de Repsol, para exigir mañana en el consejo a Brufau que retome de urgencia las negociaciones con el Gobierno argentino para buscar una salida al conflicto político y empresarial provocado por la expropiación del 51% de YPF decretado por la presidenta Kirchner hace unos 14 meses.
Pero Brufau está cerrando filas entre los consejeros de Repsol para rechazar de plano la nueva oferta de negociación de Kirchner, que pasaría por crear una sociedad en la que YPF tendría una participación de control del 51%, la petrolera española poseería un 47% y Pemex, un 2%. Esta nueva compañía controlaría un 6% del yacimiento de crudo y gas no convencional de Vaca Muerta.
La nueva oferta es considerada una "tomadura de pelo", por lo que será rechazada previsiblemente en el consejo de mañana
YPF, que hasta abril de 2012 pertenecía a Repsol, posee los derechos de explotación del 40% de este yacimiento. De ahí que la actual dirección de Repsol, que hasta ahora ha optado por la vía de la confrontación judicial y arbitral internacional contra el Gobierno argentino, considere que esta propuesta es una "nueva tomadura de pelo", señalan fuentes cercanas a la compañía.
Porque Repsol exige a Argentina 10.500 millones de dólares por ese 51% que le fue expropiado, mientras que la nueva participación de Repsol en Vaca Muerta a través de la sociedad conjunta con YPF estaría valorada en 5.000 millones de dólares por la propia petrolera argentina, algo que desde Madrid rechazan de plano. Creen que el valor es inferior.
Pero detrás de la guerra de valoraciones y del oportunismo político y empresarial de firmar la paz en Argentina se esconden varias derivadas: el enfrentamiento visceral entre Fainé y Brufau en el seno de la primera petrolera española; el deseo de Pemex de entrar sí o sí en Argentina, sea de la mano de su participada Repsol o de forma independiente, lo que supondría la venta de su paquete en la empresa española; y el juego de equilibrios de la Sacyr post-Del Rivero, que se ha desmarcado de la nueva afrenta del tándem Caixa-Pemex y parece ahora optar por la prudencia en la guerra abierta.
Esta vez no hay vuelta atrás: si Brufau no acepta un acuerdo con Kirchner, Pemex venderá su 9,4% desestabilizando de nuevo el status quo de poder en el grupo
Sea cual sea el desenlace del contencioso de Repsol en Argentina, la estabilidad accionarial de la petrolera española y su status quo de poder van a quedar muy dañados, en un momento en el que la compañía está a precios de saldo en Bolsa (20.205 millones de euros) y en el punto de mira de grupos petroleros e inversores extranjeros con ganas de OPA hostil.
Porque más allá del tour de force lanzado por Fainé a su antiguo protegido, que se dirimirá en clave nacional en las próximos meses, es Pemex la que sí está dispuesta a actuar en breve. Si no hay respaldo en el consejo de Repsol para buscar una salida negociada en Argentina, la petrolera que ahora dirige Emilio Lozoya tiene claro que su apuesta estratégica está en Argentina, no en España, tal y como ha ordenado el nuevo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que ha revisado todos los acuerdos de la petrolera estatal.
Peña Nieto ha revisado todas los acuerdos y participadas de la petrolera estatal Pemex y tiene claro que su apuesta está en Argentina, no en España
Su 9,4% en Repsol está considerado como participación susceptible de ser vendida. Si hay acuerdo, Pemex seguirá en Repsol; si no es así, venderá su paquete al mejor postor, señalan en fuentes empresariales mexicanas. Hace un par de años, la petrolera mexicana se alió con la Sacyr de Luis del Rivero para tomar el control de Repsol y forzar la salida de Brufau de la presidencia.
Con todos estos mimbres, el consejo de mañana se presenta muy complicado por los bandos enfrentados, si bien las fuentes consultadas señalan que se tratará la nueva propuesta traída por Fainé, pero no está prevista ni votación ni decisión alguna al respecto.