España funcionó al revés del resto del mundo en 2017 en lo que a mix energético se refiere: el carbón, el combustible fósil más contaminante de todos y que fue señalado en la Cumbre del Clima de París de diciembre de 2015 como uno de los mayores responsables del efecto invernadero, tuvo un excelente año. Su uso creció un 24%, convirtiendo a España en el país con mayor crecimiento en consumo de carbón en 2015, lo cual disparó las emisiones de efecto invernadero un 6,8%.
Portugal también incrementó las emisiones junto con España y estos dos fueron los que más aumentaron la contaminación junto a Turkmenistán (18,3%), Qatar (13%), Vietnam (11,4), Filipinas (8,6%) y Bangladesh (7,1%).
El país tuvo problemas en la generación de energía el año pasado con métodos menos contaminantes, como la hidráulica (que cayó un 29%) o las renovables, debido al clima extremadamente seco y estable. La falta de lluvias hizo caer la aportación hidráulica y la sucesión de anticiclones incidió en una menor aportación de la eólica. Y no se dudó en sustituir con carbón este hueco, según los datos del anuario de la energía de BP, que fue presentado este martes por su presidente en España, Luis Aires. Un desastre ecológico en toda regla, que reflejaba así el directivo: "El 37% de las emisiones de efecto invernadero vienen de la generación de electricidad, y eso se debe a que el peso del carbón es muy alto. El carbón hace el doble de emisiones que el gas natural y si pudiéramos sustituirlo el efecto sería enorme. Un 1% de reducción de carbón y sustitución de gas natural sería equivalente a un incremento de dos dígitos en renovables", aseguró Aires. Pero en cuanto el resultado no es favorable, las buenas intenciones se vienen abajo: la realidad dice que quemar carbón y petróleo es barato, y que el 86% del mix energético en el mundo son combustibles fósiles (en España un poco menos pues llega al 75%).
En cuanto las circunstancias climáticas fueron adversas, España se refugió en el barato y muy contaminante carbón
Así lo certificó el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, quien inauguró el acto y mostró su amor hacia "la industria del refino" apoyándolos en público y asegurando que aún queda refino para rato. "El coche eléctrico no va a venir de la noche a la mañana. Un litro de gasóleo o gasolina tienen mucha energía para poder sustituirlas de forma eficiente y rápidas por unas baterías que tienen un elevado coste". Nadal pensó que por el momento la tecnología eléctrica es "una minoría" y que "los motores cada vez más eficientes" de diésel y gasolina también cuentan. Por ello, pensó que aún habrá "un periodo de transición largo con el que tendremos que apostar por una industria de refino cada vez más eficiente".
Consecuencias positivas tras el brexit
Una vez quedó claro que la industria tradicional petrolera seguirá contando con el visto bueno del Ministerio de Industria en funciones, Aires destacó que el brexit estaba teniendo un sorprendente e inesperado efecto positivo en su BP, que había sido una de las empresas que con más vehemencia se había opuesto a la salida de la UE teniendo en cuenta que es el mayor exportador del país. "Como la mayoría de nuestra producción es en dólares, la devualuación de la libra está sentando bien a la acción, aunque esto no quiere decir que el brexit sea positivo para nosotros".