El juzgado mercantil número uno de Bilbao ha declarado en concurso de acreedores siete sociedades del grupo de ingeniería Berotz, con más de 30 años de experiencia y sede en Ondarroa (Bizkaia). Entre las empresas concursadas del conglomerado vasco presidido por Jon Espilla se encuentran Hotz Berri, del sector agro-industrial; Cubasko, especializada en todo tipo de suministros tecnológicos; o Berotz SL, empresa cabecera. El grupo, que desarrolla todo tipo de instalaciones de ingeniería, y ofrece asesoría medioambiental, principalmente en países de Latinoamérica, se ha identificado públicamente con las tesis empresariales del gobierno venezolano. Vozpópuli se puso ayer miércoles en contacto con la empresa para ampliar esta información, pero no se obtuvo respuesta.
De acuerdo a las últimas cuentas disponibles en Registro Mercantil de la sociedad Hotz Berri, del ejercicio 2014, la deuda de la compañía se disparó de un ejercicio a otro. El pasivo corriente de la empresa pasó de los 87 millones de euros en 2013 a los 155 millones en 2014. La cifra de ingresos también se incrementó, desde los 69,2 millones hasta los 83 millones, obteniendo el 93,5% de las ventas en el mercado latinoamericano. Hotz Berri registró en 2014 un beneficio similar al de 2013, de cinco millones de euros. Ese año la empresa terminó con una cartera de pedidos valorada en 160 millones.
La sociedad indica en sus cuentas de 2014 que ha integrado en las mismas los estados financieros de su filial en Venezuela, que contaba con un activo valorado en 95,3 millones de euros, un beneficio de 2,4 millones, y tesorería por importe de 35 millones. Hotz Berri provisionó 7,2 millones de euros por "divergencias" surgidas con un cliente sobre los servicios prestados.
La compañía está presente en Cuba desde 1997, y en Venezuela desde 2010
Las últimas cuentas de la empresa cabecera del grupo, Berotz SL, muestran unas pérdidas en 2014 de 1,6 millones y un patrimonio neto negativo de 1,29 millones. La empresa explica que la distribución de resultados entre sociedades "que componen el Grupo provoca que a pesar de que el resultado global sea positivo, a nivel individual, el desigual reparto lleve a que Berotz muestre un resultado negativo". En 2014 Berotz prestó servicios a Hotz Berri Venezuela por valor de 7,6 millones de euros.
Entre los proyectos en los que trabaja el grupo vasco se encuentra la construcción del Complejo Integral Porcino Socialista, en el estado venezolano de Barinas, el mayor centro de producción porcina del país. La compañía se asoció en 2012 con una filial de la petrolera estatal, Petróleos de Venezuela, para desarrollar el proyecto, cuya finalización estaba prevista para este año. El complejo tiene como fin que a partir de 5.000 hembras reproductoras se logre una producción anual de carne de cerdo para alimentar a 1,6 millones de personas. El planteamiento contemplaba la construcción de granjas porcinas, centro de inseminación, granjas reproductoras, ocho cebaderos con capacidad para 5.200 cerdos cada uno, planta de matadero, de elaborados cárnicos, planta de depuración.
En la web del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería puede consultarse una noticia de febrero de 2015 sobre una visita al complejo de autoridades gubernamentales "siguiendo instrucciones del presidente de la República, Nicolás Maduro". En la visita, el ministro Marco Torres manifestó sobre el proyecto: "Esto es producción nacional. Es el impulso del Gobierno Bolivariano al sector productivo para apoyar a todos los sectores de la población; analizamos los proyectos con sus fortalezas y dificultades, sobre todo el gran potencial productivo que tenemos en el estado Barinas, de la mano de la clase obrera".
Ya sea porque no hay más remedio o por compromiso ideológico, el grupo Berotz y su presidente, Jon Espilla, han hecho público su apoyo al Gobierno venezolano
Ya sea porque no hay más remedio o por compromiso ideológico, el grupo Berotz y su presidente, Jon Espilla, han hecho público su apoyo al Gobierno venezolano. A través de un comunicado de prensa Berotz quiso reconocer, en 2013, "la gran labor y el extraordinario esfuerzo que está realizando el Gobierno Bolivariano de Venezuela para la consecución de la Soberanía Alimentaria". El comunicado oficial indicaba que, primero "de la mano del Comandante Presidente Hugo Chávez, y ahora de la mano del Presidente Nicolás Maduro, se están dando los pasos para garantizar en Venezuela el autoabastecimiento de alimentos, y no someterse así a las reglas del mercado, pudiendo erradicar el hambre de forma sostenible y con soberanía nacional". La nota de prensa continuaba diciendo que el grupo Berotz considera "indispensable reconocer a cada pueblo la facultad para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias en aras de conseguir la soberanía alimentaria, y para ello trabajamos cada día, de conjunto con los gobiernos de los países donde estamos constituidos".
En una entrevista con Jon Espilla publicada por Miranda al Momento, en agosto de 2015, el presidente del grupo Berotz decía, sobre la decisión de la empresa de invertir en Venezuela y en Cuba, que para él era "sumamente importante que estuviéramos en un continente en el que podía comunicarme directamente sin la ayuda de terceros, dejando a un lado la oligarquía, y el neoliberalismo que había imperado en diversas naciones (...)". A la pregunta de si consideraba que existía en Venezuela "una guerra económica", el emprendedor vasco respondía que obviamente. "No hay otro país en el mundo en el que la carne de cerdo sea la más cara que la de bovino y eso es algo que se ve en Venezuela, las empresas privadas son las que controlan esto y se puede solucionar si las empresas públicas hacen un sistema de producción, llenando esas demandas, con calidad y con precios más competitivos y accesibles para el pueblo", añadía.
El grupo Berotz cuenta con oficinas en Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, El Salvador, y Panamá. La compañía está presente en Venezuela desde el año 2010, y en Cuba desde 1997. Berotz ha exportado a Cuba suministros destinados a obras de ingeniería civil, equipos para la industria cárnica, cámaras frigoríficas para el sector pesquero; en 2001 constituyó una alianza con la cubana Refritel para proyectos llave en mano.