Eroski espera haber cerrado en 2014 su año más amargo, un periodo contable en el que la cooperativa de distribución vasca ha perdido 280 millones de euros después de haber destinado a dotaciones 256 millones. Estas pérdidas ingentes, superiores a las de un 2013 que ya fue malo, tienen un carácter extraordinario. Son consecuencia del acuerdo de refinanciación que cerró la cadena de supermercados con la banca en la última parte de 2013 y en el cual las entidades financieras aceptaron dar cuerda a sus 3.000 millones de euros de deuda a cambio de varias condiciones: venta de activos poco rentables (especialmente los establecimientos propios de la zona centro y sur) y actualización en balances de activos que se consideraban sobrevalorados, especialmente fondos de comercio, bienes mobiliarios e inmobiliarios.
Desde que compró Caprabo por 1.700 millones de euros en 2007, Eroski no a vuelto a cerrar un ejercicio con beneficios
La compañía se puso en marcha y ha vivido un 2014 muy duro, en el que ha tenido que desinvertir en activos con objeto de llegar a los 300 millones de euros en ventas en dos años, tal y como le pidieron las entidades financieras. La mitad de esta necesidad se cumplió al 'colocar' a DIA 144 tiendas de la Comunidad de Madrid y Andalucía, principalmente, por 135 millones. Otras ventas, como el centro comercial Puerta de la Marina de Ondara, Alicante, le reportaron 42 millones de euros. Para suplir parte de esta marcha atrás en territorios importantes, la empresa ha tirado de franquicias, de las cuales está recibiendo una ingente cantidad de peticiones al mes para nuevas tiendas, según la propia compañía.
Pérdidas desde 2008: 769 millones
Eroski acumula la friolera de 769 millones de euros desde su último año con beneficios, que coincidió con el último año previo a la crisis española, 2007, en el que además anunció la compra de Caprabo a un precio de burbuja: 1.700 millones de ellos. Se puede decir que entonces empezaron las desgracias para los vascos, que no han conseguido tener beneficios ni un sólo ejercicio hasta este último, cerrado el 31 de enero. Sus ventas también van a la baja, entrampadas en el proceso deflacionario general que sólo Mercadona consigue evitar y cerrando el ejercicio con 6.106 millones de euros, un 2% menos, según el comunicado de la compañía a la CNMV.
Aunque la luz parece vislumbrarse al final del oscuro túnel que lleva atravesando el grupo con sede en el Barrio de San Agustín de Elorrio (Vizcaya): en 2014 consiguieron recuperar unas décimas de cuota de mercado según la consultora Kantar Worldpannel y además su beneficio operativo, aquel que se refiere únicamente al negocio 'core' de la sociedad separando la parte financiera o inmobiliaria, consiguió crecer un 0,3% hasta los 90 millones de euros.
Por otra parte,