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Mahou-San Miguel 'rescata' a su filial Solán de Cabras y le inyecta 115 millones

La empresa de aguas capitaliza créditos contraídos con la cervecera, que la compró hace tres años. Ha perdido 13 millones en los dos últimos años y cerró el ejercicio 2012 con un fondo de maniobra negativo de más de 20 millones.

  • La empresa redujo sus pérdidas un 55% el año pasado, cuando registró un quebranto de 4,1 millones.

El grupo Mahou-San Miguel ha aportado 115 millones de euros a Aguas de Solán de Cabras con el objetivo de restablecer el equilibrio patrimonial de la empresa conquense, adquirida por la primera cervecera española hace tres años.

La operación se ha llevado a cabo a través de una ampliación de capital, la mayor en la historia de la empresa de aguas, que no ha conllevado cambios en su estructura de capital ni la entrada de nuevos accionistas. Según fuentes de Mahou-San Miguel, esa ampliación "refleja una deuda que tenía contraída Solán de Cabras" con la cervecera y que, tras la operación, ha quedado convertida en capital.

A cierre de 2012, Aguas de Solán de Cabras, S. A. tenía concedidos préstamos de Mahou S. A. por importe de 105,7 millones de euros y su auditor, Deloitte, incluyó un párrafo de énfasis en su informe preceptivo en el que destacó que la sociedad mantenía "saldos muy significativos" de deudas con empresas vinculadas.

Más de la mitad de esa deuda intragrupo, 58 millones de euros, correspondía a un crédito concedido por la cervecera a su filial para llevar a cabo, en 2011, la absorción, una vez cerrada la compra por parte de Mahou, de las sociedades Balneario y Aguas de Solán de Cabras, S. L.

La empresa de aguas también tenía otro préstamo de 39 millones en concepto de cancelación de deudas que esas dos sociedades tenían contraídas con su anterior propietario, el Grupo Osborne.

Así, Solán de Cabras cerró el ejercicio 2012 con un considerable desequilibrio patrimonial que ha querido subsanar con la reciente ampliación. Su fondo de maniobra fue negativo en más de 20 millones de euros, aunque sus gestores confiaban, al cierre del ejercicio, en que "los ingresos que se generarán en el futuro serán suficientes para atender el pago de las deudas a su fecha de vencimiento".

La empresa, que elabora la que muchos consideran el agua mineral de mayor calidad de España y en 2012 empleaba a unas 173 personas, obtiene la totalidad de su facturación en el mercado doméstico.

La filial de Mahou subraya en sus cuentas que el sector en el que opera "está siendo sin duda el más castigado por la crisis", pese a lo cual el año pasado consiguió un "ligero aumento en su cifra de negocio", del 1,3%, hasta 48,8 millones.

Sus pérdidas de explotación se redujeron "de forma notoria" al pasar de 11,3 millones en 2011 a los 4,2 millones del año pasado, mientras que el resultado neto arrojó unos números rojos de 4,1 millones, muy inferiores al quebranto de 9 millones de un año antes. Aun así, las pérdidas de Solán de Cabras en los dos últimos ejercicios se elevaron a 13,1 millones de euros.

Su matriz, Mahou-San Miguel, compró la empresa al adquirir la división de aguas y zumos del grupo Osborne, que incluía la marca conquense, su refresco vitaminado Biosolán y sus zumos Solán de Cabras y Fruta Esencial. El grupo cervecero, que fue asesorado por JP Morgan en esa operación, no hizo público el importe de la compra.

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