El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y el de Industria y Energía no parecen estar muy coordinados en uno de los proyectos clave del Gobierno para vender la Marca España por todo el planeta.
El Departamento que dirige José Manuel García-Margallo acaba de sacar del horno el nuevo documento actualizado de Marca España para vender las bondades de nuestro país ante los inversores internacionales. Y lo está repartiendo, en su versión en inglés (disponible el documento completo al final de esta noticia), entre las grandes empresas y bancos españoles, especialmente entre los integrantes del Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC), para que comiencen a moverlo por los países en los que operan.
Sin embargo, todos ellos se han visto muy sorprendidos al comprobar que el principal factor de liderazgo de España como destino para los inversores internacionales que blande Margallo son las energías renovables.
Ocupa el primer epígrafe del principal apartado del documento, “Liderazgo de negocio”, por delante del sector de las infraestructuras (segundo) y del negocio de la alta velocidad (tercero).
Los altos directivos españoles temen encontrarse con críticas en lugar de entusiasmo inversor cuando presenten al sector renovable como el más atractivo para invertir en España
¿Cómo van a ir presumiendo el Gobierno, las empresas, los grandes bancos y el propio CEC en sus viajes internacionales de la fortaleza del sector de las energías renovables en España si este negocio ha sido estigmatizado por el Ministerio de Industria y Energía por ser uno de los principales responsables del déficit de tarifa eléctrico?
¿Es creíble presumir de energías verdes cuando decenas de fondos internacionales, entre ellos muchos estadounidenses y fondos soberanos, han acudido a los tribunales nacionales e internacionales para denunciar al Gobierno español por los cambios en la regulación aplicados por Industria y el fuerte recorte de las primas?
Estas y otras preguntas se hacen los altos directivos españoles, que temen recibir críticas en lugar de entusiasmo inversor cuando salgan de road show para vender las oportunidades que aún presenta nuestro país pese a la grave crisis económica.
Destaca el documento ‘Spain’s Positioning. Leadership Key Factors’ (Posicionamiento de España. Factores Clave de Liderazgo) que nuestro país es “líder mundial en el campo de las energías renovables” y presume no sólo del éxito incontestable de la energía eólica sino también del liderazgo en potencia instalada de plantas fotovoltaicas y termosolares.
Exteriores destaca el éxito del negocio de las plantas solares, sector que para el resto del Gobierno es el principal responsable del desbocado déficit de tarifa
Son estas dos últimas tecnologías las que, según Industria, han provocado la burbuja de las primas verdes desde 2008 y suponen ahora uno de los principales lastres del recibo de la luz. Sólo en 2012, el coste total en primas a todas las energías renovables se disparó a 6.600 millones de euros y ha sido, según denuncian Industria y el Ministerio de Hacienda, el principal responsable del desbocado crecimiento del déficit de tarifa, que ya supera los 28.000 millones de euros.
El documento de Exteriores pone de ejemplo a Abengoa como líder internacional en tecnología solar, pero la empresa sevillana se ha unido a otras como Acciona, también destacada como gran compañía renovable, para denunciar al Gobierno ante el Tribunal Supremo por los recortes retroactivos de primas aplicados en termosolar. También aparecen el grupo Villar Mir, ACS, Sener, Torresol, Isolux y Comsa, entre otras, como grandes líderes mundiales.
Litigios arbitrales en Ginebra, denuncias ante la Audiencia, el Supremo y el Constitucional de miles de afectados. Todos contra el Reino de España por cambiar las reglas y recortar las primas
El documento dedica siete páginas a sacar pecho sobre un sector, el renovable, que está enfrentado por diferentes vías al Reino de España. Repasemos: hay un litigio arbitral presentado en Ginebra por 14 fondos internacionales contra el Reino de España por el recorte retroactivo de las primas fotovoltaicas; un grupo de fondos extranjeros, varios de ellos soberanos, está consensuando una posición común para acudir también a Ginebra, pero en este caso por el ajuste también retroactivo de un 30% en las primas termosolares; las comunidades autónomas de Valencia, Murcia, Extremadura, Galicia, Canarias y Andalucía han acudido al Tribunal Constitucional por los recortes en las subvenciones renovables y la aplicación del nuevo impuesto eléctrico del 7% en vigor desde el 1 de enero; unos 10.000 afectados en instalaciones fotovoltaicas preparan una demanda ante el Supremo después de que su reclamación patrimonial haya sido desestimada por el Consejo de Ministros; y se prevé una avalancha de reclamaciones ante la Audiencia Nacional contra las liquidaciones de las primas realizadas por la CNE a los promotores renovables.
Embajadores como el estadounidense en España y líderes políticos de otros países se han quejado públicamente al Gobierno español por los sucesivos recortes al sector y el cambio en las reglas del juego. Sin embargo, Exteriores no parece darse por enterado del conflicto y utiliza a las energías renovables como principal atractivo para que los inversores internacionales vuelvan a confiar en España y en la seguridad jurídica y la rentabilidad de sus inversiones. Parece, cuanto menos, paradójico.