La portabilidad no deja de dar disgustos a los operadores tradicionales. Telefónica (Movistar) y Vodafone, los dos líderes del mercado, se habían esforzado en invertir la tendencia de pérdida de clientes mes tras mes y se habían volcado en lanzar ofertas más agresivas no sólo para frenar la huida de sus abonados sino también para tratar de robárselos a otras compañías.
Pero la estrategia no parece haber surtido efecto, a tenor de los nuevos datos de portabilidad del mes de julio.
El grupo que preside César Alierta perdió 73.500 clientes netos el mes pasado, cifra que se extrae de restar las nuevas altas conseguidas por el operador dominante de las bajas de abonados que optaron por irse a otra compañía.
Movistar se ha dejado entre enero y julio la friolera de 612.500 clientes por el camino, lo que hace peligrar su hegemonía en este segmento de negocio, al ir descendiendo poco a poco hacia el 30% de cuota de mercado.
Tampoco aguanta el tipo Vodafone. Su saldo neto arrojó una pérdida de 32.700 clientes en julio, elevando a 281.200 el número de abonados totales que se ha dejado desde enero.
En conjunto, 893.700 clientes dejaron las filas de los dos operadores dominantes para recalar en otras compañías. Al grupo británico le queda el consuelo, previo pago de 7.200 millones de euros, de poder ‘presumir’ de conseguir un saldo positivo de 5.000 usuarios si se apunta los buenos resultados de ONO, la compañía de fijo, móvil, internet y televisión que adquirió este año.
Vodafone conseguiría un saldo positivo de 5.000 abonados si se apuntara los buenos resultados de ONO, por la que ha pagado 7.200 millones de euros
El tercer operador en liza, Orange, aguantó como pudo el tipo y sólo perdió 1.200 clientes netos en julio. En los siete primeros meses se ha dejado 49.000 usuarios, mientras deshoja la margarita de su estrategia para crecer más en España. En el punto de mira, la compra de Jazztel o, en su defecto, la de Yoigo, infinitamente más barata.
Yoigo cede 1.500 usuarios en julio y 18.550 en lo que va de año, según los datos compilados que facilita Adslzone.net.
Frente a ellos, mes tras mes, Jazztel y ONO no dan tregua. La compañía que preside Leopoldo Fernández Pujals, valorada en Bolsa en 2.450 millones de euros, se embolsó 45.400 clientes nuevos el pasado mes, con lo que acumula un saldo neto entre altas y bajas de 389.950 abonados entre enero y julio.
ONO, por su parte, gana 37.600 usuarios y se va a 377.600 en lo que va de año.
Jazztel y ONO consiguen, en conjunto, arrebatar a los grandes 767.550 clientes entre enero y julio de este año
Más abajo, la lucha está en los operadores móviles virtuales de tamaños medianos o pequeños, entre los que destaca el avance de Euskaltel, Simyo, el grupo R o Pepephone, entre otros.
Fuentes del sector consultadas por Vozpópuli aplauden la agresiva estrategia de Jazztel y ONO, que han convertido al sector de la telefonía móvil en uno de los pocos en los que se disfruta de competencia real frente a sectores oligopolísticos sin liberalización palpable como el de las gasolinas, la electricidad o el gas.
Eso sí, destacan asimismo, el coste que esto tiene en sus ratios de rentabilidad por usuario, concretamente, en los ingresos por abonado (arpu, en sus siglas en inglés).
Algunas fuentes del sector alertan del alto coste en rentabilidad por abonado que para ONO y Jazztel tienen sus agresivas campañas de captación de nuevos clientes
Queda aún por conocer si los dos grandes serán capaces de reconducir la situación en lo que queda de verano y de año. Vodafone, al menos, podrá integrar en su estructura ONO una vez formalizada su compra para frenar la sangría de pérdidas en móvil y, sobre todo, para afianzar su débil posición en telefonía fija e internet.
Telefónica, por su parte, no consigue para la salida de clientes, después de dos meses, mayo y junio, en los que consiguió rebajar al entorno de los 65.000 usuarios su pérdida neta de abonados por mes.