El tan cacareado caso del coche eléctrico se presenta ya como elemento dinamizador para el cambio de paradigma energético. Pocas instituciones se cuestionan la prioridad de superar la energía contaminante para dar paso a la limpia. A día de hoy, la generación de energía renovable va ganando terreno año a año, pero el mundo sigue alimentándose de las fuentes derivadas del gas y el petróleo. Todavía el 80% del consumo energético mundial tienen un origen fósil-contaminante.
Asimismo, los diferentes conflictos bélicos y los vaivenes del contexto sociopolítico mundial han puesto de manifiesto la necesidad de los países luchen por alcanzar el autoabastecimiento energético en una economía globalizada.
Pero es que, además, apostar por una ‘economía verde’ es más rentable para nuestras sociedades y, concretamente, para los bolsillos de los ciudadanos. Hay ejemplos claros en lo que más cercano, la movilidad, su desplazamiento en vehículo privado.
Haciendo un ejercicio teórico-práctico con datos actuales, el resultado es que el coche eléctrico no puede salir más rentable para el que lo tiene frente a otra persona que disfruta de otro de gasolina.
En la actualidad, poner un punto de recarga en casa está subvencionado con un 70% del coste total. Pero en lo que se refiere a la energía, salir con el turismo cargado de casa con una tarifa de 0,003 euros por kWh, tarifa nocturna de 1.00 horas a 7.00 horas, en un vehículo con una autonomía 300 kilómetros, puede suponer ahorros de cerca del 80% de media.
Así, haciendo una simulación de trayectos teniendo en cuenta el coste de la gasolina con su precio medio durante los primeros días de septiembre y considerando la posibilidad de cargar el vehículo en trayecto si es necesario en cargadores de 150kW, el análisis económico de la balanza siempre se decanta del vehículo eléctrico.
Simulación de trayectos
De Madrid a Bilbao hay una distancia de 400 kilómetros. El coche de gasolina consume 9,3 euros a los 100 kilómetros por lo que el viaje tendría un coste de 37 euros, aproximadamente. En eléctrico, el consumo a los 100 km es de 2,6 euros y el gasto final de trayecto es de 10 euros. Es decir, que hay un ahorro de 27 euros o lo que es lo mismo un 72% con respecto al de gasolina.
Barcelona a Valencia están separados por 350 kilómetros. El gasto por consumo de gasolina cada 100 kilómetros es, como hemos dicho, de una media de 9,3 euros. El viaje costaría 33 euros frente al 1,8 euros de coste a los 100 kilómetros del eléctrico. Es decir, un gasto de siete euros o lo que es lo mismo 26 euros menos, un 81% de ahorro.
En un trayecto de 200 kilómetros, de Salamanca a Cáceres, por ejemplo, una persona se gastaría 19 euros en gasolina pero si tuviese un eléctrico, a los 100 kilómetros gastaría tan sólo 0,7 euros y uno cuando llegase a su destino. El ahorro sería del 93% (17 euros). Si apostamos por un trayecto a la playa, de Madrid a Valencia o lo que es lo mismo, 360 kilómetros, el usuario de coche de gasolina gastaría 33 euros. En coche eléctrico el consumo sería de 2,0 euros cada 100 kilómetros frente a 9,3 en el utilitario de gasolina. Así, el vehículo ecológico ahorraría 26 euros, un 79% frente al alimentado por energía contaminante.
En un trayecto más largo, de Barcelona a Sevilla, que hay una distancia de unos 1.000 kilómetros, el propietario del coche de gasolina gastaría 93 euros en desplazarse de un punto a otro. El eléctrico pagaría 6,1 euros cada 100 kilómetros por lo que el gasto final sería de 61, 32 euros menos de uno frente a otro. El ahorro es del 34%.
El ahorro económico y en consumo energético del que disfruta el propietario de un vehículo eléctrico es claramente superior al de otro que tiene un coche de gasolina
Entre Madrid y Santander hay una distancia de 460 kilómetros lo que supondría un gasto en gasolina de 43 euros frente a los 16 del eléctrico. Cada 100 kilómetros el vehículo alimentado con combustible limpio gastaría 3,4 euros. El resultado final de la comparación es de 27 euros menos, un 64% de ahorro.
Si se pone la lupa sobre un trayecto más corto, de Valencia a Teruel, por ejemplo, separadas por 150 kilómetros, el turismo de gasolina gastaría 14 euros en el trayecto frente a un solo euro que haría el propietario del turismo eléctrico que ha realizado un gasto de 0,7 euros a los 100 kilómetros. Es decir, que el ahorro es del 93%.
Finalmente, viajar al extranjero, de Cáceres a Lisboa, ciudades separadas por 315 kilómetros, el propietario del coche de gasolina gastaría 29 euros en alcanzar su destino frente a los tres del de un utilitario eléctrico. Un 89% ahorro, ya que el gasto del vehículo limpio a los 100 kilómetros es de 1,1 euros.
En resumen, el ahorro económico y en consumo energético del que disfruta el propietario de un vehículo eléctrico es claramente superior al de otro que tiene un coche de gasolina.
stoicus
Esta noticia es de las denominada "Nutricias" y patrocinadas por el Gobierno. Oiga, como tenga que usar un cargador por el camino, o se tira cuatro horas para cargarlo en Badajoz antes de entrar en Portugal o se gasta un dineral en supercargadores. Un poco de seriedad.