Los particulares que no paguen la factura de electricidad en Francia ya no correrán el riesgo de que se les corte la corriente si están abonados a la eléctrica estatal EDF, que ha decidido renunciar a esa medida y limitarse a reducir la potencia suministrada para garantizar los usos básicos.
EDF anunció este viernes en un comunicado que a partir del 1 de abril, cuando después de la pausa invernal podía volver a cortar la corriente a los que no le pagan, dejará de recurrir a esa medida de fuerza y en su lugar limitará la potencia a esos clientes a 1 kilovatio.
Con 1 kilovatio se pueden mantener "varios usos esenciales de la electricidad" como la iluminación, algunos electrodomésticos de la cocina como el frigorífico o el congelador, así como la recarga de equipamientos electrónicos.
La compañía eléctrica, en la que el Estado francés controla casi el 84% del capital, hizo hincapié en que desde hace varios años ya había privilegiado la reducción de la potencia antes de cortar la corriente para los clientes que no le abonan las facturas. Eso ha permitido reducir en un tercio los cortes de suministro en cinco años.
Al decidir ahora renunciar totalmente a la interrupción de la corriente "EDF confirma su compromiso con sus clientes en dificultades y se afirma como el proveedor de energía de referencia, siempre presente ante sus clientes en toda circunstancia".
Decisión "responsable y solidaria"
Su consejero delegado, Jean-Bernard Lévy, indicó que "en un contexto marcado por el aumento de la inquietud por el precio de la energía" la empresa ha tomado una decisión "responsable y solidaria que privilegia la escucha y el acompañamiento de nuestros clientes en dificultades".
EDF representa una cuota de alrededor del 70% en el mercado del suministro a los particulares.
En el país galo se estima que cada año hay entre 200.000 y 300.000 cortes del suministro de electricidad por impagos y, según una encuesta del mediador de la energía, un 20% de la población afirma haber pasado frío en su casa. Dentro de ese porcentaje, un 36% lo explica por razones económicas.
El Gobierno del presidente Emmanuel Macron ha tomado varias medidas para hacer frente al incremento de precios de la energía, como limitar el incremento de las tarifas de gas y electricidad para los particulares o atribuir un cheque de energía adicional de 100 euros a las familias con pocos ingresos.