España es uno de los países más ambiciosos de la Unión Europea, junto a Francia, en cuanto a las perspectivas sobre los 140.000 millones que recibirá de Bruselas como parte del Fondo de Recuperación, tanto por el dinero que espera recibir en 2021 como por la velocidad a la que espera ejecutarlo.
"La información contenida en los planes presupuestarios de los distintos países permite comparar el uso que cada uno de ellos pretende hacer de los recursos del NGEU. En concreto, el plan español sería, junto con el francés, de los más ambiciosos de la Unión Económica y Monetaria en términos del volumen de fondos absorbido y de la anticipación de los plazos", analiza el Banco de España.
El Gobierno italiano, sin embargo, siendo el país receptor del mayor importe de recursos, ha previsto distribuir el nuevo gasto de forma más gradual en el tiempo, mientras que el alemán y el holandés no se han pronunciado todavía sobre el destino de los fondos, explica el supervisor.
A lo ambicioso del plan, se suma la elevada incertidumbre sobre la capacidad de las Administraciones Públicas y el sector privado para ejecutar proyectos de inversión por un volumen tan elevado en unos plazos tan cortos como los anunciados. "La evidencia histórica disponible sobre la absorción por parte de la economía española de los programas de fondos estructurales y de inversión europeos en el pasado pone de relieve la magnitud del reto", apunta la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos.
Menor crecimiento del esperado
Hasta la fecha, en programas similares como fue el 'Plan E' de José Luis Rodríguez Zapatero, España sólo ha logrado ejecutar proyectos por un montante en torno al 30% de los fondos disponibles, cifras que aumenta poco a poco hasta el 70% alcanzado en el séptimo año, último ejercicio en el que se pueden adquirir compromisos de gastos.
Advierten también de que, en este caso, la selección y planificación de los proyectos ha de ser muy rigurosa, lo que puede resultar complejo, dado el elevado volumen de recursos y los reducidos plazos.
Asumidas todas las dificultades, el Banco de España cree que el crecimiento del PIB podría aumentar en 1,3 puntos en 2021 gracias a los fondos, lo que supone que estiman un multiplicador fiscal agregado de 0,9 para el promedio del periodo 2021-2023.
"El menor impulso sobre la actividad en comparación con los planes recogidos en los PGE se debería a los supuestos acerca de un menor grado de absorción de los fondos y un multiplicador fiscal más reducido", advierte el supervisor.
