El Gobierno francés, accionista de la automovilística Stellantis (resultado de la fusión de la francesa PSA y la italoamericana FCA) no parece estar de acuerdo con el reparto de los beneficios del grupo, en especial por lo que a la remuneración de su consejero delegado se refiere, Carlos Tavares, que recibirá casi 20 millones de euros. Y es que el entorno económico que vive Europa en los últimos años motivado primero por la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania, con una gran desestabilización de los mercados y las muchas incertidumbres generadas, no parece el mejor momento para un salario de tales magnitudes.
Así, el Gobierno francés ha puesto presión a los accionistas de Stellantis a pocas horas de la junta ante la polémica que se esta generando por la remuneración de Tavares, de 19,1 millones de euros en 2021. "Tiene que haber un mejor reparto de los beneficios de las empresas", subrayó el portavoz del Ejecutivo, Gabriel Attal, en una entrevista en el canal BFMTV cuando se le preguntó por la retribución millonaria del ejecutivo portugués.
Attal explicó que el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, quiere obligar por ley a que las empresas con beneficios que pagan dividendos compartan los buenos resultados con sus empleados y además condicionar la remuneración de los altos ejecutivos "al respeto de objetivos medioambientales y sociales".
Se trata de que "los trabajadores se beneficien también" -subrayó-, después de recordar el dispositivo que ya está en marcha y que permite a las empresas con carácter voluntario pagar a sus trabajadores una prima libre de impuestos y cotizaciones de 1.000 euros (2.000 en algunos casos) siempre que su sueldo no supere los 3.774 euros mensuales.
Preguntado sobre lo que le parece la remuneración de Tavares y cuál va a ser su reacción, el portavoz contestó que Stellantis "es una empresa privada y al final son los accionistas los que votan". Una alusión directa al hecho de que la asamblea general tendrá que dar el visto bueno a la remuneración de los grandes dirigentes, entre los cuales está Tavares. De acuerdo con el informe sometido a los accionistas, su remuneración a cuenta del ejercicio de 2021 será de 19.153.507 euros, de los que 1,99 millones corresponden al salario de base.
Casi 70 millones a corto plazo
Otros 7,52 millones son un incentivo por objetivos cumplidos de corto plazo, 5,57 millones por un incentivo de largo plazo, 2,38 millones a la provisión para jubilación y 1,7 millones a una compensación por la realización de la fusión de PSA con Fiat-Chrysler, que se materializó a comienzos de 2021.
La sociedad de gestión de fondos Phitrust, accionista minoritario de Stellantis, añade a esas cantidades declaradas públicamente otros elementos que no son una remuneración inmediata. Se trata de acciones atribuidas dentro de un plan de incentivos de largo plazo, valoradas en 32 millones de euros y otra retribución en efectivo que podría recibir a largo plazo de varios millones de euros. En total, saldría una cifra final de 66 millones.
La retribución a cuenta de 2021 deriva del resultado récord que el fabricante automovilístico consiguió ese año con 13.354 millones de euros de beneficios. Stellantis, que cuenta con 281.000 empleados repartidos en varios países, decidió otorgar entre los trabajadores 1.900 millones de los beneficios de 2021, una cantidad que los sindicatos consideraron insuficiente al compararla con los 3.300 millones que está previsto que se distribuyan en dividendos a los accionistas.