Bruselas tiene que aprobar la compra de Air Europa por parte de Iberia. Pero, dos meses y medio después de comunicarlo al mercado, la Comisión Europea siguen sin notificar el inicio del proceso de análisis de esta 'megaoperación'. Este escenario provoca, según detallan fuentes conocedoras del proceso a Vozpópuli, que los plazos que se han marcado ambas compañías en el acuerdo corra peligro.
Desde la Comisión Europea detallan a este medio que los análisis de las compraventa de empresas que pueden afectar a la competencia se comunican de forma oficial y, en este caso, todavía no se ha producido. Iberia, que es la parte involucrada que está liderando el proceso, explica de manera oficial que los contactos con la Comisión son "permanentes" y que todos estos trámites están evolucionando "conforme a lo previsto en una operación de estas magnitudes y no hay ningún retraso".
El estado de la compra de Air Europa por parte de Iberia está en un proceso conocido como 'prenotificiación'. Un trámite en el cual ambas compañías involucradas están enviando información confidencial a la Comisión Europea de esta operación valorada en 1.000 millones de euros, mientras los representantes europeos devuelven la información errónea y siguen demandando más detalles del proceso.
Este intercambio de pareceres entre empresas y Bruselas se esperaba por parte del mercado que no superase los dos meses. Porque, en el momento que entre la notificación oficial de la venta de Air Europa a Iberia, los miembros de la Comisión Europea iniciarán las negociaciones para autorizar esta operación. Las previsiones que manejan las empresas es cerrar esta operación durante el segundo semestre de 2020.
Un período que, según explican estas mismas fuentes, se ve con escepticismo por la lentitud en la que se están desarrollando los hechos. En el momento en el que la Comisión Europea inicie las negociaciones para aprobar la operación otros organismos de competencia, como la CNMC en España, podrían verse involucrados con informes específicos sobre el impacto de la venta de Air Europa en sus mercados.
'Lobby' de la competencia
Bruselas es el encargado de autorizar esta operación por el volumen de negocio de IAG, el número de países afectados y por las alertas que han lanzado públicamente otras aerolíneas interancionales, como son Air France y Ryanair.
El CEO de Air France, Ben Smith, aseguraba en un encuentro con sus inversores, pocos días después de conocerse este acuerdo, que la operación de Air Europa con Iberia tiene "grandes implicaciones antimonopolio". Smith aseguraba que iba a segur "muy de cerca el proceso", ya que quiere estar "muy involucrado en estas negociaciones”.
Michael O’Leary, CEO del Grupo Ryanair, también hace 'lobby' a su manera. El directivo de la aerolínea irlandesa ve un "monopolio en Madrid" y reclama a las autoridades de la Competencia que obliguen a IAG a realizar desinversiones y ceder slots aeroportuarios (franja horaria) para comprar Air Europa.
La solicitud de O’Leary coincide con las exigencias que reclamó Competencia a British Airways en su fusión con American Airlines, que pedían renunciar a los slots de primera hora de la mañana de Heathrow (Londres) y de JFK (Nueva York). Una operación de gran rentabilidad, ya que era la que utilizaban los ejecutivos para desplazarse, y que frenó este pacto. Ahora, con Iberia y Air Europa, Bruselas tiene la palabra.