El Índice de Precios de Consumo (IPC) se ha situado un 5,8% por encima del año anterior en enero (una décima más que la tasa anual de diciembre), tras la entrada en vigor de las nuevas medidas del Gobierno, entre las que destacan la rebaja del IVA a los alimentos básicos y la extinción de la bonificación de 20 céntimos en los carburantes para todos los ciudadanos. El hecho de que los precios sean más altos que un año antes es lo que nos lleva a hablar de inflación.
Por su parte, la inflación subyacente (menos volátil al excluir los precios energéticos y los alimentos frescos) ha escalado al 7,5% en enero, frente al 7% en el que se situaba en diciembre. Esta tasa refleja el contagio de la subida de precios, inicialmente concentrada en la energía, a la mayor parte de la cesta de consumo de los hogares. De momento el INE no detalla qué productos siguen encareciéndose. Estos datos se publicarán ya en el mes de febrero.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) avanza este lunes que la evolución de la tasa anual se debe, principalmente, a que los precios de los carburantes suben más que en enero de 2022, y a que el descenso de los precios del vestido y calzado es menor que el año pasado. Por tanto, ambos aspectos han podido contrarrestar el impacto en el IPC de la rebaja del IVA a los alimentos, que se preveía moderado. El INE también destaca como componente que ayuda a 'apaciguar' la inflación la bajada de los precios de la electricidad, mayor que en enero de 2021.
En términos mensuales, el índice general y el subyacente retroceden 3 y 2 décimas, respectivamente. La variación mensual de los precios en el mes de enero suele ser negativa (tanto en el índice general como en el subyacente), aunque superior a la registrada este mes, con caídas mensuales de precios que en los eneros de 2017-2020 (antes de la irrupción de la pandemia) rondaban el punto y el punto y medio, respectivamente.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital destacan que "la tasa interanual ha subido tan solo una décima, a pesar de la retirada de la bonificación general del precio de los carburantes". Además, Economía espera que la inflación subyacente "alcance el máximo en el primer trimestre y siga la senda descendente de la inflación general y los costes energéticos y de otras materias primas".
Nueva metodología
Además en este mes de enero el INE ha modificado la metodología para calcular en IPC a través de dos cambios fundamentales: la introducción de nuevas ponderaciones en la cesta del IPC, y la incorporación de los precios que pagan los consumidores del mercado libre de la electricidad y gas.
Esta última era una medida que se venía reivindicando desde hace años, pues hasta ahora el IPC sólo incluía los precios del mercado regulado, lo que durante los primeros meses de la crisis inflacionista empeoró la inflación de España y llevó al Gobierno a presionar al INE para que acelerara la incorporación del mercado libre.
En cuanto a las ponderaciones, el IPC de enero de 2023 utiliza, por primera vez, ponderaciones procedentes de la Contabilidad Nacional, de acuerdo con los criterios establecidos por la reglamentación europea. Ganan peso, por ejemplo, el transporte (donde se incluyen los carburantes y que pasa de un 13% a un 13,8%), la medicina y el ocio y la cultura.
En el otro extremo, pierden peso la alimentación (pasando del 22,6% al 19,6%) y la vivienda (donde se incluyen, por ejemplo, los precios del agua, el gas y la electricidad), con un peso ahora del 12,7% (frente al 14,2%).
Alexander
La inflación subyacente es debida al continuo aumento del precio de las materias primas y de los componentes que utiliza la industria. Hasta que no se normalice el comercio con Rusia y la cadena de suministros procedentes de China no se estabilizará la inflación subyacente.
ma
La tortilla de patatas en el Mercadona, de 1.85 a 2.60