El sistema público de pensiones necesita de la ayuda del Estado para pagar todos los meses a cerca de diez millones de beneficiarios. Las cotizaciones que abonan los trabajadores y los empresarios sólo pagan alrededor del 70% del coste, siendo necesario cubrir el resto con lo que ingresa el Estado vía impuestos o con deuda pública.
Entre 2018 y 2023 la Administración General del Estado ha aumentado la aportación a la Seguridad Social y al Régimen de Clases Pasivas al no ser suficientes las cotizaciones que recaudan, sumando un total de 174.111 millones de euros en transferencias, según los cálculos de Miguel Ángel García, investigador de Fedea y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.
A esto habría que sumar los préstamos que anualmente hace el Estado también a la Seguridad Social para cubrir el déficit contable, que en el mismo periodo de seis años ascienden ya a 97.794 millones de euros, según los datos proporcionados por el experto a este periódico. Transferencias y préstamos suman 271.905 millones, el 18,6% del PIB en 2023.
Aunque no se puede saber en qué medida el Estado ha emitido deuda pública para financiar a la Seguridad Social, pues los ingresos y deuda de los Presupuestos Generales del Estado no tienen una asignación con partidas de gasto, sí se puede comparar y relacionar con el aumento que ha experimentado la deuda pública en el mismo periodo.
Entre 2018 y 2023 la deuda total de las administraciones públicas ha aumentado en 391.225 millones de euros, según los datos publicados por el Banco de España. Es decir, que el aumento de la financiación del Estado a la Seguridad Social para sostener las pensiones equivale al 70% de la nueva deuda pública.
El déficit de las pensiones
Además, el investigador de Fedea y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos destaca que en el último año, 2023, la suma de las ayudas del Gobierno (las transferencias y el préstamo del Estado) para pagar las pensiones equivale a todo el déficit de las administraciones públicas, incluso lo supera.
El déficit contable de la Seguridad Social en 2023 se situaba en el 0,8% del PIB (11.771 millones), cubierto con préstamos del Estado que se traducen en deuda entre subsectores (la Seguridad Social ya acumula una deuda de 116.000 millones).
En ese cálculo se excluyen las cotizaciones al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), ingresos no disponibles para pagar las pensiones actuales puesto que se destinan a un Fondo de Reserva que se empezará a utilizar a partir de 2032.
Sin embargo, el experto apunta que sin contar con las transferencias del Estado (44.148 millones en 2023), el déficit de la parte contributiva del sistema de pensiones en realidad ascendía en 2023 al 3,8% del PIB (55.919 millones), similar al déficit total de las AAPP (3,7%) en el momento del análisis (3,5% tras las revisiones del PIB).
Transferencias y préstamos del Estado
En definitiva, para afrontar el mayor gasto en pensiones públicas, el sistema ha modificado la importancia de las fuentes de financiación, perdiendo peso las cotizaciones sociales y aumentando significativamente el de las transferencias recibidas del Estado (financiaron el 23,3% del gasto total en 2023).
En un artículo publicado en Fedea, explica que "la Seguridad recibe desde 2020 una nueva transferencia con un importe muy elevado (1,4% del PIB en 2023) bajo el (in)definido concepto de gastos impropios, que añadir a la ya existente para el pago de los complementos por mínimos de las pensiones contributivas".
Además, el Régimen de Clases Pasivas también ha aumentado sensiblemente la dimensión de la transferencia recibida del Estado (+0,8 puntos de PIB hasta 1,2% en 2023) por el mayor coste de las pensiones y el menor número de cotizantes tras el cierre de la entrada de nuevos cotizantes al régimen en 2010.
En cuanto a los préstamos, el Estado también ha aumentado las concesiones a la Tesorería General de la Seguridad Social para financiar una parte significativa de su desequilibrio presupuestario, tal y como explica mensualmente el Banco de España. En 2023 cubrieron el 6,2% del gasto total en pensiones contributivas (Seguridad Social y Clases Pasivas).
La 'bola de nieve' del gasto
La factura anual de las pensiones avanza a un ritmo vertiginoso, con un gasto total que supera ya los 200.000 millones de euros al año entre las contributivas (entre ellas las Clases Pasivas) y no contributivas por las revalorizaciones con la inflación (IPC del año anterior) en los últimos años o la mejora progresiva de las pensiones mínimas.
A esto se suman otros factores que avivarán aún más el gasto: el hecho de que España goce de una esperanza de vida récord en la UE; el crecimiento del número de pensionistas por el inicio de la jubilación de los baby boomers; y que los nuevos pensionistas entren al sistema con prestaciones más altas que los que salen.
La Comisión Europea ha advertido de que España es el país de la UE donde se prevé un mayor aumento del gasto en pensiones por la indexación al IPC y la supresión del factor de sostenibilidad. Se elevará del 12% del PIB en el que se sitúa actualmente al 14,3% en 2030, al 16,2% en 2040 y al 17,3% en 2050.
También ha apuntado que las medidas adoptadas por el lado de los ingresos, como el aumento de las contribuciones al sistema y de la edad efectiva de jubilación, compensarán sólo "parcialmente" el incremento del gasto. Con todo, el déficit del sistema alcanzará su pico máximo en el año 2053, del 3,1% del PIB, por lo que serán necesarios nuevos ajustes.
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