Economía

La banca mete la tijera más rápido a los depósitos que a las hipotecas: recorta el interés el doble

En Europa se paga de media casi un 3% por el ahorro de las familias, frente al 2,45% de España.

La banca se apresura a recortar el interés de los depósitos. El cambio de rumbo del Banco Central Europeo (BCE) se está trasladando más rápido al tradicional producto de ahorro, en el que las entidades están aplicando un recorte del doble respecto a los precios de la nuevas hipotecas que conceden. Una tendencia que fue todo lo contario durante la era de tipos altos para atajar la inflación.

El BCE activó las rebajas del precio oficial del dinero en junio y ya ha aplicado otras dos más desde entonces. Los tipos oficiales se sitúan ahora en el 3,25% y se prevé que sigan bajando sobre todo por el impacto de la política arancelaria de Donald Trump, lo que podría situarlos por debajo del 1% en 2025.

El interés medio ponderado al que remuneran los bancos españoles el ahorro de las familias alcanza el 2,45%, según los registros oficiales del Banco de España con datos de septiembre. Se trata de una caída superior al 7% respecto a lo que pagaban en junio, cuando Fráncfort decidió cambiar el paso. Desde el mismo periodo, las nuevas hipotecas se conceden a tipos del 3,27% frente al 3,38% de tres meses antes. Es decir, un abaratamiento del 3,2%.

Guindos ha anticipado que la reducción de liquidez empujará a una guerra por el pasivo pese a las rebajas de tipos, pero dependerá de si crece el crédito

Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell y Bankinter se resistieron desde un primer momento a pagar por los depósitos cuando el BCE empezó a subir los tipos a finales de 2022. Esto propició varias reprimendas en público del banco central, que ponía de manifiesto que en el resto de Europa los bancos trasladaban más rápido el precio del dinero al pasivo, e incluso el Gobierno amagó con legislar para obligar a las entidades.

Sin depósitos en catálogo

Pero los grandes bancos españoles repelieron las presiones de los supervisores y obviaron una guerra por el pasivo ante el exceso de liquidez. La estrategia fue apostar por ofertas personalizadas cliente a cliente, sin lanzar un catálogo del tradicional producto de ahorro. Una decisión sin precedentes en España y diferente a la que las propias entidades aplican en otros países europeos.

La excepción fue CaixaBank, en donde el Estado tiene un 17% del capital como herencia de la fusión con Bankia. El banco de origen catalán incorporó en su catálogo este producto, en el que ofrecía hasta el 2% cumpliendo condiciones.

Se espera que los aranceles de Trump obliguen al eurobanco a acelerar en las rebajas de tipos

Ante el acelerón en las rebajas, las diferencias con Europa se mantienen. El tipo medio ponderado al que remuneran los bancos españoles el ahorro de las familias está lejos de la media de la zona, que paga un interés del 2,98% pese a la caída del precio del dinero. También se mantiene la brecha con otros competidores, como los bancos franceses e italianos, que remuneran los depósitos con un 3,16% y 3,52% aún con el cambio de rumbo en la política monetaria.

Menos liquidez

De todas formas, una nueva era se puede abrir para el ahorrador aunque los tipos oficiales empiecen a caer. Como advirtió recientemente Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, se puede intensificar la guerra del pasivo en Europa. La clave será la retirada de la liquidez que ha empezado a aplicar el banco central, sobre todo a partir de enero de 2025, cuando dejará vencer toda la deuda pública que tiene en sus manos (cerca de 400.000 millones en el caso de España) y no volverá a comprar nuevos bonos.

Con este telón de fondo, los bancos necesitarán cada vez más fondos de familias y empresas, si bien estará condicionado a si la demanda de crédito aumenta, como parece estar ocurriendo, según apuntan desde el equipo financiero de uno de los grandes bancos del país.

El BCE no volverá a reunirse hasta mediados de diciembre para decidir sobre la política monetaria. El mercado ya descuenta otra rebaja de medio punto porcentual, que dejaría los tipos en el 2,75%. El foco está ahora en las primeras medidas de la Administración Trump y si impondrá aranceles del 10% a los productos europeos, lo que golpearía en hasta 260.000 millones de euros al PIB europeo y llevaría a Fráncfort a aplicar rebajas más agresivas para evitar la recesión.

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