La primera reunión celebrada este miércoles en Moscú entre los titulares de Finanzas de Rusia, Antón Siluánov, y Chipre, Mijalis Sarris, sobre la ayuda financiera a la isla, se saldó sin acuerdo entre las partes. "Hemos mantenido una negociación muy constructiva y sincera. Entendemos lo difícil que es la situación y continuaremos la negociación (hoy) para lograr acuerdos que nos permitan obtener la ayuda de Rusia", dijo Sarris al término de su reunión con Siluánov, que duró alrededor de una hora y media.
El titular de Finanzas chipriota aseguró que su delegación, que también incluye al ministro de Energía e Industria, Giorgios Lakkotrypis, permanecerá en Moscú "hasta que logremos algún tipo de acuerdo". "Nos esperan en otro lugar para continuar con la negociación", dijo Sarris a los periodistas al concluir la reunión en la que participó, además de su homólogo ruso, el jefe del Banco Central de Rusia, Serguéi Ignátiev. Fuentes cercanas a la negociación señalaron a la agencia Interfax que Sarris se reunirá con el viceprimer ministro ruso, Ígor Shuválov.
Según la prensa rusa y chipriota, Sarris llegó a la capital rusa para pedir una prórroga de cinco años y una rebaja de los intereses sobre el crédito de 2.500 millones de euros que le concedió en 2011. Mientras, el periódico estadounidense The Wall Street Journal informó de que Chipre pedirá además un nuevo crédito multimillonario a Rusia a cambio de cuota rusa en bancos y empresas energéticas de la isla. Al mismo tiempo, el ministro de Energía acompaña a su colega de Finanzas para valorar una posible propuesta del consorcio gasístico ruso Gazprom.
Según los medios rusos, el gigante del gas se ofreció a conceder una asistencia financiera a Nicosia, a cambio de la concesión de la licencia de la explotación de gas en la zona económica de la isla mediterránea. El Parlamento chipriota rechazó ayer por amplia mayoría el impuesto a los depósitos privados aprobado el pasado sábado por el Eurogrupo, pese a que el Gobierno de Nicosia había presentado una versión suavizada que dejaba exentos los ahorros inferiores a 20.000 euros. El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el polémico impuesto de "injusto, poco profesional y peligroso".
Ante la posibilidad de aplicación de dicho impuesto a los depósitos, que afectaría a ciudadanos y empresas rusas, el Gobierno de Moscú advirtió que se replanteará la reestructuración de la ayuda financiera a Nicosia.