Merlin Properties ha cerrado el primer trimestre de 2022 con unos ingresos totales de 113,9 millones, un 8,6% más que en el mismo período de 2021, y unas rentas netas de 93,2 millones, un 25% más.
La inmobiliaria ha disparado su ebitda hasta los 83,9 millones, un 26,8% más que en los primeros tres meses del año pasado. Por segmentos, la compañía ha incrementado un 9% sus rentas por las divisiones de logística y centros comerciales, y un 4% por el área de oficinas (actualmente, su principal fuente de ingresos).
La socimi del Ibex35 ha conseguido aumentar su facturación gracias al incremento de las rentas, el aumento de la ocupación, la indexación al Índice de Precios de Consumo y "las entregas de proyectos en curso que superan las ventas de activos no estratégicos y los activos vaciados para su renovación", según ha informado la propia compañía. La inmobiliaria ya trabaja además en un plan de expansión en el segmento de los centros de datos, habiendo conseguido un primer cliente por más de 45 años.
Merlin reduce su deuda
Por lo pronto, Merlin ha reducido ya su nivel de endeudamiento a un LTV del 38,8% (vs 39,2% en 2021), con una posición de liquidez de 1.308 millones de euros y un vencimiento medio de la deuda en 5,7 años. En febrero llevó a cabo el repago anticipado de un bono de 548,3 millones de euros que tenía vencimiento en 2022.
Con la prevista venta de la cartera de oficinas Tree al banco BBVA por 1.987 millones, Merlin espera reducir su LTV al 30,7%. La operación se consumaría previsiblemente en junio de 2022.
Con ella, la socimi apunta a dejar plano el calendario de vencimientos hasta 2025, cancelando una serie de créditos bancarios que vencen en 2024. De cara a los vencimientos de 2023 se trabaja tanto en acudir al mercado de capitales como en financiación bancaria para mover los plazos más allá de 2030.
Recientemente, las agencias de rating S&P y Moody’s han mejorado sus perspectivas crediticias de Merlin desde "estable" hasta "positiva".
