Centenares de proveedores y trabajadores subcontratados de Nissan han rodeado este viernes la fábrica que la multinacional nipona tiene en la Zona Franca de Barcelona para protestar contra el cierre de las plantas en Cataluña y denunciar que la compañía aún no les ha comunicado el cese de la actividad.
La protesta, que ha congregado a unas 500 personas, según la Guardia Urbana, ha sido convocada por la Coordinadora de Proveedores y Subcontratas de Nissan para dar voz a los "invisibles" cuyo trabajo depende de la automovilística, y exigir así que se los reconozca como empleados equiparables al resto para poder negociar con las administraciones y la patronal.
Tal como han informado a Efe fuentes de la organización, los manifestantes han ido rodeando la planta por tramos y la protesta ha transcurrido sin incidentes, con tono festivo, familiar y reivindicativo.
La consigna esta vez era evitar banderas para demostrar una "estrategia unitaria" frente a la decisión de Nissan de clausurar su actividad en Cataluña, lo que dejará en el aire unos 25.000 empleos directos e indirectos.
Tenemos que conseguir que Nissan no se cierre, porque si se cierra, se acaba la buena relación y Nissan va a tener problemas serios"
Además de sindicatos, han participado los comités de empresa de las subcontratas de Nissan, como Acciona, Magnètic-Marelli, Snop, Magna, Tachi-S, Gestamp, Lear e ISS, cuya actividad realizan exclusivamente para la multinacional japonesa.
"Conseguir que Nissan no se cierre"
La protesta de este viernes se enmarca en un conjunto de acciones que los afectados llevan impulsando desde hace días como la manifestación de ayer en la avenida Reina María Cristina de Barcelona, que contó con el apoyo de la alcaldesa, Ada Colau, quien se mostró beligerante con el cierre las fábricas.
"Tenemos que conseguir que Nissan no se cierre, porque si se cierra, se acaba la buena relación y Nissan va a tener problemas serios", señaló anoche Colau junto a sus homólogos de Montcada i Reixac, Laura Campos, y Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca, donde la multinacional también tiene plantas.