La situación geopolítica es, cada vez más, un puzzle de difícil solución. Desde hace unos años, la crisis del Mar Rojo amenaza constantemente la logística internacional. En este contexto, para evitar los desabastecimientos que sufrieron los comercios en los años anteriores, las empresas españolas este año se están adelantando y han acelerado los preparativos navideños, según han explicado fuentes del mercado a Vozpópuli. De cara a poder cubrir las necesidades de los clientes en las próximas Navidades sin contratiempos, el sector comercial europeo comenzó este verano a hacer los pedidos de los productos más reclamados en Navidad para empezar a llenar los almacenes y evitar el caos en las compras navideñas que se inauguran cada año con el Black Friday.
Son varios los frentes que acechan al comercio europeo, y que han llevado a las empresas a adelantar sus aprovisionamientos de cara a las navidades. Por un lado, la citada tensión en el Mar Rojo, ruta clave para Europa, que por mucho que pasen los meses no se reduce. Ha llegado hasta tal punto que el coste de transportar un contenedor de 40 pies, a nivel general, ya se sitúa en los 3.349 dólares, un 136% por encima de los niveles registrados en 2019, según el índice compuesto de Drewry.
"El comercio retailer global enfrenta un nuevo desafío, con la crisis del Mar Rojo poniendo en jaque las cadenas de suministro a nivel mundial. Los ataques en esta zona estratégica, que conecta rutas clave entre Europa y Asia, han generado disrupciones significativas en el transporte marítimo, afectando directamente a la capacidad de los retailers para prepararse para la crucial temporada navideña", ha desarrollado Javier Pérez de Leza Eguiguren, asesor independiente del sector retail
A esta tensión hay que sumarle el aumento de los costes del transporte, las recientes complicaciones en el Estrecho de Panamá por la sequía, la delicada situación de los estibadores en Estados Unidos, que amenazan con huelga, y las manifestaciones recurrentes de los conductores en Europa, según ha detallado Pérez de Leza Eguiguren a este periódico. Todo ello ha generado el cóctel perfecto para que los comerciantes hayan decidido dar un paso al frente y adelantar los pedidos de Navidad.
En años anteriores, donde la normalidad era lo que marcaba el comercio internacional, los retailers recibirían sus mercancías después de septiembre. Sin embargo, con toda esta situación y con la experiencia vivida los dos últimos años, las empresas han adelantado los pedidos hasta dos meses antes de lo habitual, "con una demanda inusualmente alta desde julio".
El comercio adelanta las compras pese a las consecuencias
El comercio europeo ha tomado la decisión de adelantar los pèdidos pese a que ello conlleve una serie de consecuencias. Por un lado, una "presión inmensa sobre los proveedores, que ahora tienen que cumplir pedidos con mucha antelación", señala el experto.
Además, se genera un cuello de botella en la logística: las empresas están recibiendo grandes cantidades de productos para los cuales no tienen espacio en sus almacenes. Por ello, se están viendo en la obligación de encontrar almacenamientos temporales, a menudo con precios altos.
Todo esto terminará repercutiendo en los costes, no solo de los productores, sino previsiblemente también en el precio final que paguen los clientes: las tarifas de envío volátiles, los fletes cada vez más caros y el aumento de los costes por el mayor tiempo de almacenamiento amenazan los precios que pagarán los consumidores.
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