En La Vela se preparan para otro golpe en plena opa para comprar el Sabadell. El Gobierno salvó in extremis en el Congreso el nuevo impuesto a los bancos, con un diseño progresivo de entre el 1% y el 7% en función de los ingresos típicos. Una tasa que al menos se extenderá tres años más en España y que da munición a Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, para imponerlo también en el sector bancario azteca, como trasladan a Vozpópuli fuentes financieras.
El impacto en BBVA no sería baladí. El grupo de La Vela obtiene más de la mitad de sus beneficios en México, donde antes operaba bajo la marca Bancomer. Es la joya de la corona y aporta un beneficio de más de 5.300 millones de euros al año. Cualquier cambio fiscal tendría un “importante impacto” en el grupo y limitaría a la cúpula para mejorar la opa al Sabadell, según las fuentes consultadas.
Tanto Carlos Torres como Onur Genç, presidente y CEO de BBVA, respectivamente, han negado por activa y por pasiva que vayan a mejora la oferta de canje propuesta el pasado 9 de mayo, cuando el grupo de La Vela lanzó la opa hostil tras el rechazo del consejo del Sabadell. BBVA ofrece una acción nueva más 0,29 euros de dividendo por cada paquete de 5,0196 títulos del banco catalán.
Ahora bien, los grandes fondos caza fusiones aguardan a BBVA para dar un paso al frente. Competencia ha decidido mandar el examen de la opa al Sabadell a la conocida como fase 2, lo que ha roto los plazos del grupo de La Vela. A medida que se despeje el camino, la llave para atraer a este tipo de fondos será la de mejorar el canje actual con un pago en efectivo, que activaría el desembarco en el capital del Sabadell para tomar más de un 20%, como publicó este medio.
Ataques del Sabadell
Precisamente, el equipo directivo del Sabadell ha atacado en varias ocasiones el flanco de BBVA en México. Para César González-Bueno, consejero delegado, la dependencia del país azteca de su rival lo convierte en un banco “muy volátil”, que se traslada al precio de la acción e incluso a la oferta de canje.
Aunque la cúpula de BBVA México defiende a capa y espada la joya de la corona. “Contamos con un banco maravilloso en México. Lo que tenemos en México es único”, se ha encargado de enfatizar en público Genç.
Otra de las incertidumbres en el foco de los inversores está también la política de la nueva Administración de Donald Trump. Aunque en el mercado se espera un Trump 2.0. más institucional, el temor a una política migratoria agresiva añade más presión a BBVA, que puede sufrir las restricciones y perder una de sus ventajas competitivas en el país azteca: la proximidad con Estados Unidos. Sin ir más lejos, Trump ya planea promulgar en su primer día como nuevo presidente un decreto para “cerrar” la frontera con México. Está previsto que tome posesión de su nuevo mandato en la Casa Blanca a finales de enero.
En España, el nuevo impuesto bancario está ya en el Senado. Y salvo sorpresa, se prevé que el Gobierno pueda sacarlo adelante en su reforma fiscal gracias al apoyo de sus socios parlamentarios. En cualquier caso, las patronales bancarias ya han activado fórmulas para intentar reducir su impacto en plenos recortes de tipos del Banco Central Europeo (BCE).
Negociación con Moncloa
Una de ellas sería la de rebajar o incluso eliminar el conocido como colchón de capital anticíclico. Esta ‘hucha’ se activó por primera vez por el Banco de España antes de que Pablo Hernández de Cos agotara su mandato. Se estima que costaría unos 7.500 millones de euros al sector hasta finales de 2026.
El nuevo impuesto llegará en plenas rebajas del precio oficial del dinero, cuando en su momento se justificó su creación por los “ingresos extraordinarios” ante el rally de tipos del BCE. Precisamente es uno de los puntos más espinosos para los bancos, que ahora ven cómo el eurobanco se dispone a rebajar aún más los recortes de los tipos.
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