Nueva Pescanova utiliza un innovador sistema para la ceba de sus langostinos en varios de sus criaderos de camarón patiblanco o langostino vannamei.
Una joya de la gastronomía que debe llegar al plato con la debida consistencia en su carne e intensidad de sabor. Esto depende mucho del momento en que se decida extraerlo para su consumo. Algo que, está supeditado a su vez al crecimiento del langostino, a su tamaño.
Hasta no hace mucho esto era una lotería. Se podría decir que los criadores los cebaban chupándose el índice y alzándolo al aire. No había información fiable para alimentarlos. Esto provocaba un desperdicio considerable de comida.
Las corrientes y la suerte a la hora de elegir la zona en la que depositarlo convertían el proceso en algo con un alto componente aleatorio. El resultado no afectaba en gran medida al langostino en sí, pero como decimos generaba un gasto extra en cebo. Según fuentes del sector, el gasto en alimento supone un 50% del coste en la cría del langostino.
Un problema al Nueva Pescanova encontró solución. Su propuesta para alimentar los langostinos se dejó ver en Food4Future, feria dedicada a la innovación tecnológica aplicada al sector alimentario a la que acudió Vozpópuli.
El objetivo del sistema utilizado por Nueva Pescanova es alimentar al animal de la mejor manera posible y al menor coste. Para ello utilizan sistemas de Inteligencia Artificial que se aplican al comportamiento del animal.
Decidieron utilizar micrófonos bajo el agua, denominados técnicamente hidrófonos. Tienen la capacidad de captar todos aquellos sonidos que se producen bajo el mar. Nueva Pescanova los tiene instalados en sus criaderos de las zonas tropicales. Desde hace dos años utilizan esta tecnología, ya muy consolidada entre sus granjas.
"Es un sistema de alimentación inteligente completamente autónomo y sostenible, ya que utilizamos energía solar, y con un análisis multifactorial del estado del agua y el sonido que emiten los langostinos al comer en función de su edad de crecimiento, toma decisiones durante las 24h del día para proceder con una dieta de alimentación que garantiza un crecimiento sano y sostenible del langostino y una reducción del impacto de los piensos y la acción humana en ecosistema donde actuamos", explican desde Nueva Pescanova.
El sistema de micrófonos marinos e Inteligencia Artificial ayuda a saber dónde debe lanzarse el cebo
El proceso se inicia con la recogida de los sonidos, en concreto se almacenan y analizan los ruidos que hacen los langostinos al 'masticar' el cebo. Esta información se cruza con otra relativa al tamaño del animal en ese momento, a la intensidad del sonido que realizan, la época del año, el estado del agua y otras variables.
"El resultado de aplicar este tipo de tecnología tiene un triple impacto: un aumento del bienestar animal lo que redunda en un aumento de la supervivencia del langostino en nuestra acuicultura extensiva de estero, un aumento del peso de langostino proporcionado a la demanda de alimento del propio animal y una reducción de los costes y del impacto medioambiental muy significativo por la reducción de la dosis de alimentación externa que requiere el langostino. Esta tecnología ya está presente en otras crías como la del salmón, la dorada y lubina", aseguran desde la empresa.
Nueva Pescanova usa Inteligencia Artificial
Todos estos datos son analizados por un algoritmo, que arroja probabilidades y determina dónde debe verterse el alimento, en qué momento y en qué zona del criadero, para afinar al máximo las cantidades y evitar en la medida de lo posible el desperdicio de comida.
La combinación de los hidrófonos con Inteligencia Artificial permite, además, saber el tamaño de los langostinos en función del ruido que hacen al masticar, lo que se traduce en que se extraen en el momento óptimo para su consumo humano.
En la feria también se dejaron ver otras soluciones para la pesca, como un sistema de drones que permite captar información desde el aire sobre dónde se encuentran los bancos de atunes.
De nuevo, se trata de ahorrar costes. El gasto de combustible en los barcos atuneros es muy alto, y está directamente ligado al encuentro de bancos en los que pescar. Los drones se instalan en las embarcaciones y se lanzan a la búsqueda de zonas en las que haya aves sobre el mar, que son un indicador de la presencia de este pescado. Los drones pueden desplazarse hasta 40 kilómetros de distancia y enviar fotografías y otro tipo de información, en tiempo real, a los barcos.
Food4Future
La feria Food4Future reunió del 15 al 17 de junio a diversas empresas dedicadas a la innovación en el sector alimentario. Entre los temas que se abordaron destacó la digitalización de la industria alimentaria en diferentes sectores, como el conservero, el cárnico, el lácteo, el del aceite y los cereales, además del pesquero.
Las ponencias se centraron en cómo la innovación puede ayudar a que las empresas del sector sean más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente en toda la cadena de valor.