La histórica revisión del Producto Interior Bruto (PIB) por parte del INE, que rebaja el dato del segundo trimestre del 2,8% al 1,1%, empaña el mensaje que trasladó la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, para justificar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ya en este cuatrimestre, y no en 2022 como en principio había defendido.
Además de dejar en papel mojado las cifras sobre la que se estaban confeccionando los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022, la rebaja del PIB pone en cuestión las decisiones que se han tomado recientemente sobre previsiones como esta. Destaca la subida del salario mínimo, que acordó el Gobierno con los sindicatos hace poco más de una semana, y que se basó para su puesta en marcha en las "buenas previsiones económicas" que el Ejecutivo manejaba los últimos meses.
De hecho, el Ejecutivo actualizó el martes el cuadro macroeconómico, en el que mantuvo su previsión de crecimiento del PIB en el 6,5% para 2021 y 7% para 2022. Dos días después, el INE recortaba la cifra de abril a junio 1,7 puntos.
"El Gobierno ha tomado decisiones delicadas como la subida del SMI basándose en cifras que ahora no son tales. Está por ver qué pasa con el resto de indicadores, y si revisan las previsiones macroeconómicas", explican fuentes cercanas a las negociaciones para aumentarlo. A finales de julio, y tras la aprobación del cuadro macroeconómico en el Consejo de Ministros, la ministra Calviño recalcó que la intención del Gobierno era estudiar la situación en septiembre para acordar un alza del salario mínimo para los meses finales del año, aprovechando los "buenos datos" sobre la recuperación económica.
Cabe destacar que, además de en los datos señalados, la vicepresidenta económica basó la justificación para la subida en los "buenos datos de empleo", que hasta ahora han resultado positivos. No obstante, la mirada está puesta en qué ocurrirá a partir de este mes, cuando el turismo y los empleos vinculados al mismo volverán a caer con fuerza.
La subida del SMI, oficial el martes
Con todo, está previsto que el incremento del salario mínimo se apruebe en el Consejo de Ministros del próximo martes, 28 de septiembre. El SMI subirá de los 950 euros actuales hasta los 965 euros en catorce pagas, como acordó el Ejecutivo con los sindicatos CCOO y UGT, pero sin el apoyo de la patronal CEOE. Según lo pactado, el objetivo es situar el SMI en el 60% del salario medio en 2023, mediante su progresiva revisión en 2022 y en ese mismo año.
Finalmente, como defendía la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este incremento tendrá efectos retroactivos y se comenzará a aplicar desde el 1 de septiembre. Aunque los representantes sindicales rechazaron de forma frontal la subida de 15 euros este año, insistiendo en que este año tendría que subir hasta al menos los 975 euros (25 euros más), en los últimos encuentros cambiaron de posición, explicando que aceptarían una subida más "simbólica" si, a cambio, el Gobierno fija las subidas para 2022 y 2023.
Los ERTE saldrán adelante
Además de la subida del SMI, el próximo martes está previsto que el Consejo de Ministros apruebe los nuevos ERTE, tras las reuniones entre Gobierno, patronal y sindicatos celebradas la última semana.
El objetivo del Gobierno es prorrogar los ERTE Covid hasta el 31 de enero, pero con un esquema diferente al actual a partir de noviembre. La mesa de negociación ha llegado estos días al acuerdo de que las empresas interesadas en renovar estos expedientes tengan que solicitarlo antes del 10 de octubre —no habrá renovación automática—, y el silencio de la administración en los diez días siguientes se entenderá como positivo.