Los teléfonos móviles desafían la escalada de precios. Con una inflación desbocada, el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja un descenso del 5,1% en el último año para dispositivos como celulares, smartwatches o tarjetas SIM.
Algunas de las justificaciones que pueden darse a esta situación están en la alta competencia de un sector que cuenta con múltiples fabricantes, lo que incrementa la presión en los precios. Es especialmente significativa la que ejercen las compañías de bajo coste, en su mayoría provenientes de China.
Es un dato signinficativo que poco ha variado en el corto plazo. En el mes de agosto las cifras para estos dispositivos ni subieron ni bajaron. Sin embargo, la foto es diferente si se amplía la horquilla temporal. En lo que va de año, los precios de los teléfonos móviles han descendido unn 4,7%. Si vemos lo sucedido en los últimos doce meses, el dato supone un retroceso del 5,1%.
Una circunstancia que choca con la inflación, que ha superado de nuevo en agosto el 10%, y lo hace por tercer mes consecutivo. En concreto, ha quedado fijada en el 10,5%.
Los costes de las tarifas de telecomunicaciones se han mantenido estables durante el pasado mes de agosto
Las marcas de bajo coste a las que nos referíamos anteriormente son Xiaomi, Oppo, Huawei o ZTE, entre otras. Se baten el cobre con otras más conocidas, como Samsung o Apple. Estas dos últimas, con un precio más elevado en líneas generales que los primeros, sufren una alta presión competitiva, que las ha empujado a reforzar su catálogo básico para mantener cuota de mercado.
Desde los fabricantes, esta bajada en los precios no les cuadra, más bien todo lo contrario. Consideran que el catálogo sube. Sin embargo, el sector no contempla la subvención de terminales móviles, factor que está empujando a la baja el precio de los dispositivos. Es una política que llevan a cabo prácticamente todos los grandes operadores, y que empuja los precios a la baja. De hecho, hay compañías de telecomunicaciones que regalan directamente dispositivos.
Precios de las telecomunicaciones
Los precios de las telecomunicaciones también cotizan a la baja. En el caso de los paquetes convergentes, aquellos que incorporan en la misma tarifa voz, datos, televisión, teléfono fijo y móvil, se han mantenido en precio durante agosto. Ni han subido ni han bajado.
Si vemos lo que ha pasado en lo que va del año, los precios descienden un 0,6%, que baja hasta un 1,3% si se echa la vista a lo que sucedía un año atrás.
De nuevo, la presión competitiva se encuentra detrás de este comportamiento. No obstante, ya se han comenzado a producir los primeros incrementos en las tarifas. En concreto, ha sido Vodafone quien ha decidido tensar la cuerda. El operador de telecomunicaciones ha decidido vincular el coste de sus servicios al ritmo que lo haga el Índice de Precios al Consumo (IPC). Una medida que todavía se hará esperar. Llegará a principioos de 2023.
Se trata de una decisión que podría suponer un punto de inflexión para un sector que lleva tiempo sumido en una espiral deflacionaria. Algo a lo que ayudará la anunciada fusión entre los operadores de telecomunicaciones Orange y MásMóvil. La operación alumbrará el operador más grande por número de usuarios -por facturación lo seguirá siendo Telefónica-. Ambas corporaciones esperan que la fuisión sea una realidad a finales del año que viene.
En el caso de las tarifas de solo telefonía móvil, los precios también llevan meses en claro descenso. En concreto, en lo que va de año han bajado un 5,6%. En agosto se mantuvieron estables -ni subieron ni bajaron- mientras de un año a esta parte se han desplomado un 6,3%.