La presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, ocultó a su consejo de administración el fichaje de Ignacio Manrique de Lara, marido de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. De la Cueva tuvo la última palabra en la contratación, pero no contó con el consejo.
La controvertida contratación del cónyuge de Calviño, que en su día fue la superiora de De la Cueva, sigue desprendiendo detalles. Según informa 'El Mundo', el consejo de administración del organismo público no fue informado, en ningún momento, de este proceso.
La cúpula de Patromino Nacional, según el rotativo, no habría sido informada ni de que Manrique de Lara estaba optando al puesto de alta dirección ni de que se le adjudicaría la plaza.
Según la normativa, es el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional el que, en su forma jurídica, convoca la plaza de coordinador de marketing digital y el conjunto de consejeros poseen la máxima responsabilidad sobre el personal.
Así, según la Ley Reguladora del ente, corresponde al consejo de administración la jefatura del personal, tanto funcionarios como contratos en régimen laboral.
La reputación de la entidad
Pese a que es habitual que el consejo deleguen en la presidenta las convocatorias y decisiones de contratación, el haber ocultado este nombramiento concreto, sensible para la reputación de la entidad, ha creado malestar en la entidad de derecho público.