Se extiende la ofensiva para que las comunidades autónomas ingresen los impuestos a banca, energéticas y grandes fortunas. De pedirlo ERC y comunidades como La Rioja y Aragón, a que los Republicanos, el PDeCAT y Más País hayan registrado enmiendas en el Senado con este fin. Es la iniciativa más clara y transversal entre los socios de Pedro Sánchez entre las 72 enmiendas que se han presentado en la Cámara Alta.
Estas tres formaciones pretenden que el 50% de lo que ingresen estos impuestos vaya para las comunidades autónomas en función del porcentaje respectivo de participación en la recaudación anual. Todas las enmiendas repiten el mismo esquema, en el que se plantea que "el rendimiento correspondiente a las Comunidades Autónomas no se tendrá en cuenta a los efectos del cálculo del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos Fundamentales, del Fondo de Suficiencia Global, ni de los Fondos de Convergencia Autonómica previstos en la ley 22/2009 de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas".
Esto se justifica en que en la Exposición de Motivos de la proposición de ley se defiende "el carácter social en la configuración de nuestro Estado así como la promoción del progreso de la calidad de vida de todos los ciudadanos no pueden ser obviados por los poderes públicos en la respuesta a problemas específicos que se han venido acentuado en los últimos tiempos como el incremento en el precio de determinados bienes y servicios básicos".
Se trata de un objetivo que ya expresó el diputado de ERC Jordi Margall en el Congreso, pero que no se sustanció en ninguna enmienda. Poco después, la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, reclamaba que se le compensara por lo que ingresen los impuestos a banca y energéticas y apelaba al Estatuto de la comunidad y al agravio comparativo frente a País Vasco y Navarra, a las que el Gobierno va a ceder los impuestos, regiones vecinas. También se sumaba Aragón, cuyo presidente, Javier Lambán, también lo ha pedido.
A la espera de ver lo que dé de si la Ponencia y la Comisión este miércoles, no parece que el Gobierno tenga intención de introducir cambios en el Senado. A diferencia del Congreso, en el que los Grupos Socialista y de Podemos registraron varias enmiendas. No sólo se trató de la anunciada introducción del impuesto a grandes fortunas por esta vía, sino también de otras tantas mejoras en los impuestos a banca y energéticas.
Sobre el primero, tras varios cambios, como avanzó Vozpópuli, la intención del Ejecutivo ya se perfila que es excluir a la banca extranjera en contra de lo que reclama el BCE. Y sobre el segundo, se han incorporado en la Cámara Baja la exclusión del mercado regulado y de los establecimientos permanentes en el extranjero.
Vetos de PP y Cs
Ciudadanos vuelve a presentar en el Senado un veto a esta proposición, como ya hizo en el Congreso. Se suma ahora el Grupo Popular, que en la Cámara Baja adoptó un perfil bajo. Estas iniciativas pueden retrasar la aprobación de la proposición de ley, que va con los tiempos muy ajustados.
Las enmiendas parciales del PP pretenden sustituir el impuesto energético por el gravamen europeo, sustituir el de la banca por medidas para hipotecados y suprimir el impuesto a grandes fortunas.