El salario bruto medio en el sector público es un 46 por ciento más alto que en el privado. Mientras que en el sector privado fue de 1.673 euros al mes en 2012, en el público ascendió hasta los 2.446 euros, según los datos del INE recabados de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social. Estas cifras consolidan una radiografía bastante fiel de las nóminas de ambos sectores y subrayan que los buenos sueldos y las posibilidades de ganar más dinero se hallan en el entorno de la Administración. (Ver documento: la fórmula para calcular las medias se encuentra en la última página).
Tradicionalmente, se ha considerado que los empleados públicos gozaban de una cierta seguridad a cambio de cobrar menos que en el sector privado. Pero estos datos vuelven del revés toda esa narrativa. El sector privado concentra un mayor número de salarios bajos, en especial en las actividades del hogar, la agricultura o la hostelería, de forma que un 35,6 por ciento de los asalariados privados cobra menos de 1.216 euros, frente a sólo un 9,6 por ciento de los empleados públicos.
En cambio, los sueldos de la franja alta abundan en el ámbito de las Administraciones, debido a que acumulan un considerable grupo de funcionarios cualificados y puestos directivos en empresas públicas. Así, un 57,5 por ciento de los trabajadores públicos se embolsa más de 2.095 euros al mes, frente a un 22,5 por ciento de los asalariados de la esfera privada.
Según los datos del INE, los sectores que mejor retribuyen son finanzas, energía, educación y Administración Pública
Es más, en el sector público un 39,3 por ciento ingresa más de 2.528 euros, un dato que contrasta con el exiguo 14,7 por ciento que consigue esas cifras en el privado. Y las comunidades autónomas y las empresas públicas e instituciones financieras públicas son las que mejor pagan dentro del ámbito de las Administraciones. Tanto en las autonomías como en las empresas públicas e instituciones financieras públicas un 44,5 por ciento de las nóminas percibe al mes por encima de los 2.528 euros.
De acuerdo con las estadísticas del INE, curiosamente los sectores que mejor retribuyen tienen todos que ver con el sector público, están regulados o incluso han sido intervenidos por el Estado: las finanzas, la energía, la educación y la Administración Pública.
Pérdida de poder adquisitivo
Según las estimaciones de los sindicatos, los empleados públicos acumulan una pérdida de poder adquisitivo cercana al 20 por ciento hasta 2014. El año que viene los sueldos públicos habrán encadenado cuatro años de congelación salarial. En 2010, se recortaron los salarios entre un 5 y un 7 por ciento. Y en 2012 además se suprimió la paga extra de Navidad.
Por el contrario, en el sector privado la subida salarial media pactada por convenio se situó en 2012 en el 1,4 por ciento. Sólo que fuera de convenio los asalariados privados han sufrido severos tajos a sus remuneraciones, cuando no han sido sencillamente despedidos.
El gasto en personal de las AAPP apenas baja
Pese a haber recortado casi 400.000 empleos públicos en los últimos 24 meses y haber dejado el número de efectivos públicos en 2,83 millones, unos niveles próximos a los de 2004, el gasto en personal de la Administración apenas ha bajado desde el comienzo de la crisis. Si en 2008 la partida alcanzó los 118.514 millones de euros, cota muy superior a los 84.595 millones registrados en 2004, en 2012 el desembolso por este concepto descendió hasta los 115.223 millones de euros, apenas unos 3.000 millones menos después de haber eliminado la paga extraordinaria de Navidad por valor de 4.500 millones. Y es que con la reducción de plantilla y la congelación salarial se lograron unos 4.000 millones de ajuste en 2012, y por lo tanto en 2013, al restaurar la extra de 4.500 millones, apenas se obtendrán ahorros por este capítulo.
Las medidas aprobadas por el Gobierno para reducir el gasto en personal no han conseguido bajarlo significativamente respecto a 2008
El hecho de que esta partida se reduzca muy poco desde 2008 obedece a varios motivos: que en medio de la crisis se elevó la contratación hasta finales de 2011; que, en plena debacle y con la inflación cerrando el año en el 0,8 por ciento, la vicepresidenta De la Vega subió las retribuciones públicas el 3,8 por ciento; que buena parte de los despedidos de ahora pertenecen a empresas públicas cuyas nóminas no entran dentro de las cuentas oficiales de la Administración; que después de ajustarse mucho y haber alcanzado superávit, los ayuntamientos han vuelto a contratar en los últimos seis meses 30.000 efectivos; que si bien entre junio y septiembre los indefinidos del sector público disminuyen en unos 35.000, en cambio la contratación de temporales ha repuntado en 24.000 más en el conjunto de las Administraciones, y, por último, que la no reposición de funcionarios apenas supone un ajuste: por ejemplo, gracias a la congelación de personal en el Estado central sólo se van a ahorrar el año que viene unos 50 millones, según los Presupuestos de 2014.
De hecho, de acuerdo con el informe de medidas enviado a Bruselas, el Gobierno se ha comprometido a reducir el gasto en personal a un ritmo de 5.000 millones al año hasta 2016.