Las medidas laborales y sociales aprobadas por el Gobierno para paliar los efectos del coronavirus han provocado un pico de trabajo en las oficinas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), encargado de tramitar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), y en las de Seguridad Social, que se ocupan de las ayudas de autónomos y también de la tramitación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), entre otras novedades.
La prórroga de los ERTE de fuerza de mayor y de las ayudas para autónomos hasta el 30 de septiembre, acordadas este jueves y que se aprobarán este viernes en Consejo de Ministros extraordinario, incrementa aún más la carga de trabajo de estos organismos para los próximos meses, a lo que se suma el agravante de que sus plantillas cuentan con menos efectivos que antes de la crisis de 2008 y, además, están muy envejecidas.
En el caso de la Seguridad Social, el propio ministro, José Luis Escrivá, lamentaba hace unos días que cuenta con un 20% menos de trabajadores, y que la edad media de la plantilla se sitúa en 56 años, lo que supone que gran parte de los empleados tienen más de esa edad y que se jubilarán en la próxima década.
Fuentes de Seguridad Social explican a Vozpópuli que el plan de rejuvenecimiento es común para todas las Administraciones Públicas, ya que la edad media de la Administración en España se sitúa en los 52 años, diez años por encima de la media de la población activa.
Convocar oposiciones
Sin embargo, rejuvenecer la plantilla no es tarea fácil, ya que la única vía es ampliar el número de plazas mediante una Oferta Pública de Empleo (oposiciones) que de momento este año no se ha convocado.
"Con el coronavirus no se ha podido convocar una Oferta Pública de Empleo y una vez que se convoque el periodo de exámenes y todo el proceso supone un tiempo mínimo de ocho meses o más. A eso se suma que no se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado, que son los que definen la tasa de reposición", explican a este medio desde el Ministerio de Función Pública.
Sacar una oferta pública de empleo es la única manera de contratar gente joven que baje la media de edad y de recuperar los efectivos con los que contaba el Ministerio en el pasado o, al menos, ir sustituyendo a los que van jubilándose.
Para bajar la edad media de la plantilla, la Administración no contempla recurrir a jubilaciones anticipadas o prejubilaciones, ya que iría en contra del mantra del propio Escrivá, partidario de hacer coincidr la edad efectiva de jubilación con la edad legal (es decir, con los 67 años) para reducir el gasto público en pensiones de la Seguridad Social.